Janvier Gbénou.
“Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por los que ama” (Juan 15:13)
Querido Padre, Queridas Hermanas, Queridos Hermanos: ¡Que Jesús y María nos bendigan a todos y nos ayuden a leer con serenidad las siguientes líneas, escritas con objetividad e imparcialidad! ¿Cuáles son hoy los mayores problemas del Opus Dei? Hay al menos dos: (1) la negativa a defender públicamente la verdad de la enseñanza tradicional, que Francisco traicionó entre 2016 y 2024 insertando errores morales y doctrinales y herejías; (2) la negativa a llevar a cabo una reforma en profundidad que tome como punto de partida el hecho de que ni el Opus Dei ni San Josemaría son perfectos. Recemos mucho por Francisco y por el Opus Dei. En 2020, escribí al Padre para animarle a crear el Observatorio Teológico Beato Álvaro del Portillo, donde podría colaborar con profesores del Opus Dei para ayudar a corregir públicamente los errores que enseña Francisco [1]. Mi propuesta fue rechazada. Así que veo que, por miedo a sanciones, el Opus Dei y los eminentes profesores de sus universidades (Universidad de Navarra, Pontificia Universidad de la Santa Cruz, etc.) no quieren contradecir públicamente a Francisco diciendo claramente a los fieles de la Iglesia que les ha engañado con su falso magisterio.
He aquí algunos elementos erróneos de este magisterio: Sagrada Eucaristía dada a los divorciados vueltos a casar que se niegan a luchar para evitar su convivencia sexual (Amoris laetitia, 19 de marzo de 2016; 5 y 19 de septiembre de 2016; 5 de junio de 2017), control de la natalidad mediante esterilización directa por histerectomía (10 de diciembre de 2018), negación herética de la santidad original de la Virgen María (21 de diciembre de 2018), relativismo religioso que niega heréticamente la unicidad de la salvación universal en Jesucristo y el hecho de que el cristianismo es la religión definitiva querida por Dios para la salvación de toda la humanidad (4 de febrero de 2019, 4 de octubre de 2019, 25 y 27 de julio de 2022, 13 y 17 de septiembre de 2024), Santa Eucaristía dada a todos los políticos católicos públicamente proabortistas que no renuncien al aborto (31 de enero de 2020; 7 de mayo de 2021; 15 de septiembre de 2021; 3, 9 y 29 de octubre de 2021; 29 de junio de 2022), promoción de leyes de cohabitación homosexual (21 de octubre de 2020, 15 de septiembre de 2021, 5 de febrero de 2023, 10-11 de marzo de 2023, 19 de marzo de 2024, 14 de enero de 2025), segregación de los católicos tradicionalistas y persecución de la Misa Latina Tradicional (Traditionis custodes, 16 de julio de 2021), bendición de parejas adúlteras y parejas homosexuales (Fiducia supplicans, 18 de diciembre de 2023; 4, 26 y 29 de enero de 2024; 8 de febrero de 2024; 19 de marzo de 2024; 19 de mayo de 2024), herejía contra la majestad de Dios al atribuir falsamente su infinita dignidad ontológica a los seres humanos (Dignitas infinita, 2 de abril de 2024), etc.
Esta carta abierta es, pues, ante todo, una invitación a rezar intensamente por Francisco (Misas, rosarios, mortificaciones, etc.). ¡Que Dios le conceda la gracia de un verdadero examen de conciencia y la humildad de darse cuenta del daño que ha hecho a la Iglesia y a las almas durante su pontificado! Evidentemente, no todo ha sido negativo: su predicación y sus obras también nos han hecho bien. El Opus Dei debería estar agradecido a Francisco, que ha sido el instrumento de la providencia para que el Motu proprio Ad charisma tuendum (14 de julio de 2022) llevara a la Prelatura a emprender un trabajo que debería ayudarle a realizar una profunda reforma, examinando la aplicación del carisma principal a la vida secular. Por desgracia, el bien que ha hecho Francisco ha servido para ocultar el mal descrito anteriormente, es decir, un programa sistemático para destruir la doctrina y la moral cristianas mediante el relativismo y la ética situacional. Es evidente que el Opus Dei tiene enemigos como la Iglesia tiene enemigos. Es evidente que los que quieren destruir la Iglesia quieren destruir también el Opus Dei y las instituciones que desean conservar la Tradición cristiana. Actualmente corre el rumor de que Francisco quiere disolver el Opus Dei. ¿Será verdad? Si es así, sería un gran error y una injusticia para con el Espíritu Santo…
Esta carta abierta es, por tanto, también una invitación a rezar para que el Señor conserve por mucho tiempo el Opus Dei, al servicio de la Iglesia y de las almas. ¿Por qué? La razón es sencilla: “nadie es bueno sino sólo Dios” [2], y el Opus Dei es útil a la Iglesia a pesar de sus imperfecciones. En esta frase de Jesús, podemos sustituir legítimamente la palabra “bueno” por la palabra “perfecto”, ya que la excelencia en el bien equivale a la perfección, es decir, “sólo Dios es perfecto”. Quisiera llamar la atención sobre la ceguera de quienes, en el Opus Dei, olvidan las palabras anteriores de Jesús. Cometen el gran error de pensar que el Opus Dei y San Josemaría Escrivá son impecables. Desgraciadamente, la realidad demuestra lo contrario. San Josemaría no es impecable. Lo mismo ocurre con todos los santos, porque todos están marcados por el pecado original y sus consecuencias, a excepción de la Virgen María, única criatura perfecta e impecable por su Inmaculada Concepción. El Opus Dei tampoco es perfecto. No voy a enumerar aquí las quejas de antiguos miembros, pero si los directores de la Obra tienen la humildad de escuchar sin prejuicios a todos los miembros actuales y antiguos, se darán cuenta de un hecho: el carisma principal del Opus Dei (la búsqueda de la santidad en la vida ordinaria) es santo, pero la adaptación de este carisma a la vida secular es problemática.
Personalmente, después de mucha oración, constatando el gran número de antiguos miembros que quieren santificarse en medio del mundo, y viendo la incapacidad del Opus Dei para llevar a cabo una reforma en profundidad, la lealtad y la sinceridad me impulsaron a compartir con mis directores en Costa de Marfil, y luego con el Padre, mi deseo de fundar una nueva institución en la Iglesia (agosto de 2020). Esto me recuerda a San Josemaría, que estuvo a punto de dejar el Opus Dei para fundar una obra para sacerdotes diocesanos (1950), y también a Santa Madre Teresa de Calcuta, que dejó su congregación para fundar una nueva para atender a los pobres (1948). Yo no tenía ninguna prisa en dejar el Opus Dei por una nueva fundación: quería evitarlo, esperando que tarde o temprano se produjera una reforma profunda. La Divina Providencia dispuso los acontecimientos de otra manera… Poco después de mi entrevista con los directores (noviembre de 2020), el amor a la verdad me obligó a empezar a criticar públicamente los errores morales y doctrinales de Francisco, cuando me di cuenta de que el Opus Dei se negaba a hacerlo. Esto desencadenó una oleada de duras sanciones por parte de la Obra (prohibición de confesar, predicar, celebrar Misa en público y en privado, expulsión del Opus Dei), cuyo fin último es echarme del estado clerical y excomulgarme de la Iglesia Católica. ¿Por qué esta actitud del Opus Dei hacia un sacerdote que no dice otra cosa que lo que la Iglesia ha enseñado siempre y que Francisco ha cambiado? Obviamente está el miedo a ser sancionado por Francisco, pero ¿no es también para evitar la competencia con una nueva institución? ¡No importa cuál sea la respuesta!
La cuestión ahora es si el reconocimiento de la imperfección implica inutilidad… ¿Es inútil el Opus Dei? ¿Es inútil San Josemaría? No, como todos los santos y todas las instituciones de la Iglesia, frutos de la acción del Espíritu Santo en la historia de la Iglesia. Porque el Opus Dei y San Josemaría, a pesar de sus defectos, sus errores y sus pecados, también han hecho bien a la Iglesia. Después de 25 años en el Opus Dei (1997-2022), sigo rezando por esta institución y por todas las instituciones de la Iglesia. Me quedo con el lado positivo de San Josemaría y de todos los santos canonizados, porque tuvieron defectos que debemos rechazar y cualidades que debemos aprovechar. Personalmente, he recibido muchas cosas buenas del Opus Dei y de San Josemaría… He conocido mejor la doctrina de la Iglesia, he estudiado filosofía, teología, espiritualidad, historia, etc. He aprendido a amar a Jesús Eucaristía con una liturgia cuidada y una Misa piadosa. Si hoy defiendo públicamente la doctrina tradicional de la Iglesia, es gracias al Opus Dei…
¿Quién me enseñó a hacer la corrección fraterna y filial? ¡El Opus Dei! ¿Quién me dio meditaciones, charlas, círculos, retiros anuales y retiros mensuales para decirme que la corrección fraterna es especialmente necesaria cuando quien se equivoca es un director, un sacerdote o un obispo, porque sus errores pueden hacer mucho daño a las almas? ¡El Opus Dei! ¿Quién me enseñó lo que es el relativismo y la ética situacional? ¡El Opus Dei! ¿Quién me recordó que no debemos tener miedo a ser mártires y que “nadie tiene mayor amor que el que da la vida por los que ama”? ¡El Opus Dei! Que Jesús y María ayuden a todos los miembros actuales y antiguos de la Obra a rezar siempre por Francisco y a no tener miedo de defender públicamente la verdad de la Iglesia: “Queridos hijos… Mi Jesús necesita vuestro testimonio valiente y público. Muchos elegidos para defender la verdad retrocederán por miedo” (Nuestra Señora de Anguera – 4.908 – 1 de enero de 2020); “Mi Jesús necesita hombres y mujeres valientes para que, siguiendo el ejemplo de Juan el Bautista, anuncien el Evangelio y defiendan a su Iglesia… Seréis echados fuera por amar y defender la verdad. ¡Ánimo! Vuestra recompensa está en el Señor” (Nuestra Señora de Anguera – 5.109 – 8 de abril de 2021).
Con cariño,
Padre Janvier Gbénou
sacerdote numerario del Opus Dei, expulsado injustamente del Opus Dei
nombre de pluma: Fr. Jesusmary Missigbètò – gbenjm@protonmail.com
Cotonú (Benín) – 14 de febrero de 2025
95º aniversario de la fundación de la Sección Femenina del Opus Dei
82º aniversario de la fundación de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz
[1] Cf. Dubia de los Cardenales Walter Brandmüller, Raymond Leo Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner al Papa Francisco, 19 de septiembre de 2016; Dubia de los Cardenales Walter Brandmüller, Raymond Leo Burke, Juan Sandoval Íñiguez, Robert Sarah y Joseph Zen al Papa Francisco, 10 de julio de 2023 y 21 de agosto de 2023; Robert Spaemann, entrevista con Anian Christoph Wimmer de Catholic News Agency, 29 de abril de 2016; Carta Abierta al Colegio Cardenalicio, 29 de junio de 2016, 45 firmantes; Corrección Filial al Papa Francisco, 16 de julio de 2017, 62 firmantes; Carta Abierta a los Obispos, abril de 2019, 20 firmantes; Declaración ‘Vírgen Santísima de Guadalupe, Mater Veritatis Salutaris’, 12 de diciembre de 2021, 58 firmantes; Llamamiento Filial a todos los Cardenales y Obispos de la Iglesia Católica, 2 de febrero de 2024, 511 firmantes; Defending the Faith Against Present Heresies, Arouca Press, 2021; The unanswered concerns about Amoris Laetitia: Why the Apostolic Exhortation remains a danger to souls, 29 de septiembre de 2021; Tradimento della sana dottrina attraverso “Amoris laetitia”, Padre Tullio Rotondo, Youcanprint, 2022; etc.
[2] Marcos 10:18; Lucas 18:19