Enrique de Diego.
Llegará un día en que a los políticos se les juzgará, muy severamente, por la cantidad de deuda pública que han generado y será borrados de la faz de la tierra, y las sociedades se avergonzará de haber consentido esa degradación. Falta poco para que llegue ese días con todas las calamidades atesoradas durante décadas de despilfarro.
España tiene una deuda pública, según datos oficiales, 130% del PIB, lo que significa que cada niño español nace, sin comerlo ni beberlo, con una deuda de 30.000 euros. A ver quien se cree los datos oficiales. El Catedrático de Economía, Roberto Centeno, una de las voces libres de este país, ha reseñado como la deuda pública real se eleva a los 160%.
En cuanto a cada españolito que nace, endeudado, cuán largo me lo fiais. La deuda pública un efecto corrosivo sobre la moralidad pública y sobre la soberanía nacional. Hace perder soberanía a chorros y nos empobrece cada día más, hasta que no se pueda pagar y estalle todo.
Uno de los políticos más mentecatos, que gobierna generando deuda, es Perico Sánchez. Ha rizado el rizo de dar a Ucrania un paquete de ayuda militar a Ucrania de mil millones de euros. Cuando no tiene donde caerse muerto, anda dando dinero a Marruecos y a Ucrania. Traidor. Canalla.