Los trabajadores de Volkswagen iniciarán huelgas prolongadas el lunes, intensificando una amarga disputa con la dirección sobre los despidos y lo que sería el primer cierre de fábricas en suelo alemán para el mayor fabricante de automóviles de Europa, informó un comunicado sindical el jueves.
El sindicato IG Metall dijo que los trabajadores dejarían de utilizar las herramientas durante cuatro horas en nueve centros diferentes en las denominadas huelgas de «advertencia» en todo el país, el doble de tiempo que la primera ronda de acción industrial a principios de diciembre.
Los paros coinciden con la próxima ronda de negociaciones entre Volkswagen y los representantes de los trabajadores sobre las medidas de reducción de precios que, según la empresa, son vitales para mantener la competitividad frente al aumento de los costos y los rivales extranjeros.
Volkswagen dijo el jueves que la dirección y los representantes de los trabajadores seguían dialogando para desarrollar conjuntamente soluciones viables a largo plazo que equilibren la estabilidad económica y las perspectivas de empleo seguro.
La crisis del mayor fabricante de automóviles de Europa tocó a Alemania en un momento de incertidumbre económica y agitación política interna, así como de agitación general entre los fabricantes de automóviles de la región.
El consejero delegado del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, defendió el miércoles sus decisiones como necesarias en un entorno rápidamente cambiante, diciendo que la dirección no podía operar «en un mundo de fantasía».
«Es casi una burla que Oliver Blume se ponga delante de los trabajadores y les desee Feliz Navidad, mientras que al mismo tiempo el consejo de administración de VW prefiere poner cartas de despido bajo el árbol de Navidad para los empleados», dijo el jueves el negociador del IG Metall Thorsten Groeger.
«Ahora intensificaremos nuestros esfuerzos el 9 de diciembre y así aumentaremos la presión sobre la empresa en la mesa de negociaciones», dijo en un comunicado.
El sector automovilístico europeo está en crisis, con miles de puestos de trabajo en juego en lo referente a fabricantes de automóviles y sus proveedores, todos ellos afectados por el debilitamiento del mercado en el continente y una adopción más lenta de lo esperado de vehículos eléctricos.
Se espera que el lunes por la mañana miles de empleados de VW acudan a una concentración en Wolfsburgo —donde tiene su sede— poco antes del inicio de las negociaciones.
Los trabajadores podrían aumentar la presión si no se llega a un acuerdo durante las negociaciones de la próxima semana, según señalaron los responsables sindicales, lo que podría llevar a huelgas más largas e incluso indefinidas.