Recbimos la siguiente misiva de un feligrés de la Iglesia del Espíritu Santo:
Estoy seguro de que se acuerda del artículo que nos publicó sobre la destrucción de la parroquia de Barcelona del Espíritu Santo. Pues hay novedades. Resulta que el párroco José María Llorca, que es de los pocos párrocos que ha hecho una labor pastoral excelente y que se ha mantenido al margen de la presión del separatismo catalán, especialmente durante el ‘procès’, ha sido reducido suspendido a divinis hoy mismo. Nuestros feligreses se han negado a dejar la Adoración Perpetua pese a las órdenes del siniestro cardenal Omella.
Resulta también que desde la Generalitat han recibido presiones muy fuertes de los usureros de la Fundación Blanquerna para derribar la parroquia, porque desde Patrimonio se han mostrado más bien favorables a conservar la segunda vidriera más grande de España. Esta porquería humana de Blanquerna -y perdóneme la expresión-, partidaria de la Agenda 2030, se hace llamar católica.
Omella no se contenta con haber vaciado casi todas las parroquias de Barcelona, sino que ahora está convirtiendo la Iglesia en un negocio. Parece ser que la apostasía masiva en nuestra diócesis no le permite ganar dinerito para, cuando se retire, tener una buena jubilación a altura de su grandeza. De hecho, desde el Arzobispado, dicen que quieren adaptar el templo a las necesidades del siglo XXI. Van a dejar una capilla donde no cabe casi nadie para hacer ver que la parroquia sigue existiendo. Las necesidades del siglo XXI para ellos consisten en convertir la Iglesia en una ONG progre y un negocio para que sigan viviendo de manera cómoda a costa de los papis de aquellos estudiantes que puedan permitirse pagar 14.000 euros por curso.
Por último, le quería comentar que el sacerdote Turull, primo hermano de uno de los golpistas de 2017, anda rondando los alrededores de nuestro templo. Se presenta en la ANC de la calle Industria. La ANC es una organización separatista que propugna la destrucción de España. Y por cierto, este sacerdote es el que firmó los papeles legales de la destrucción del templo, cuando él no era el rector del mismo.
Le informo de esto porque veo que está muy activo en la temática religiosa en ‘Adoración y Liberación’, con Colin Rivas y con Michael Voor. A ver si le podemos enviar toda la información y lo comenta en algún programa. Y si pudiera informar a Vicente Montesinos del tema, se lo agradeceríamos mucho. En los próximos días espero enviarle un artículo bien documentado sobre el tema para ver si lo puede publicar.
Y por cierto, desde el arzobispado de Barcelona andan preguntando quién está detrás de Rambla Libre. Parece que no les ha gustado mucho lo que hemos publicado.