Enrique de Diego.
Franceses libres han confluido de toda Francia reclamando su Libertad frente a la tiranía de Emmanuel Macron, el torvo globalista puesto por las élites a cumplir sus designios, y que ha perdido toda legitimidad de ejercicio. Macron se mantiene sobre el poder de las armas y de las porras, de la Policía, que se emplea, como se ve en las imágenes, con una gran brutalidad.
Es el Estado putrefacto contra la nación. La Policía sirve a las élites corruptas que han atacado al pueblo y han propiciado su exterminio. La ira está justificada. La Policía o está cerca del pueblo o pierde su legitimidad y deviene en una mafia brutal, en la medida en que ve desbordada.
Se habla de casos aislados de policías que repudian este estado de cosas, pero no se les oye ni se les ve, frente al cumplir las normas y las órdenes lo que nos retrotrae al nazismo y a las SS.
La Policía debe determinar con quién está con el Estado o la nación, con los globalistas, que les desprecian, o con el pueblo. En el primer caso, serán tratados como amigos, y bienvenidos a las filas de las libertad; en el segundo caso, serán tratados como enemigos y debe tenerse en cuenta que a cada acción sigue su reacción, y es una escalada. El pueblo es imparable porque de él se extrae toda legitimidad.