Enrique de Diego.
Estás en todas las sopas, sales en todos los programas, la pandemia ha sido la oportunidad de tu vanidad irrestricta, siguiendo el discurso oficial, engañando a los españoles incautos. Eres César Carvallo, un presunto doctor, que pareces sacado de la peor picaresca española. Siempre metiendo miedo y pánico. Matas por diez minutos de gloria catódica, cuando simplemente eres un imbécil que no sabes explicar porque las UCIS están llenas de personas con la pauta completa. ¡Hay que ser muy burro o muy Risto para no caer en mientes de que les han infectado con el pinchazo! Y digo yo, que con tanta exposición mediática, no tendrás tiempo de ocuparte, en condiciones, de los pacientes del Hospital Ramón y Cajal.