Miguel Sempere
Hemos desvelado en Rambla Libre como el coordinador territorial de Levante, Emilio Argüeso falseó todas las primarias de Ciudadanos de Murcia, trasladando afiliados de una agrupación a otra; o como en Elda, Alicante, se impuso como candidato a Francisco Sánchez sin haberse presentado a primarias y desbancando al que las había ganado.
El caso de Torremolinos demuestra que no se trata de malos usos del club del dátil en la Comunidad Valenciana sino que Ciudadanos falsea, sistemáticamente, las primarias, cuando el secretario de organización, Fran Hervías, considera que le conviene al partido. Las primarias en Ciudadanos son una operación de márketing de cara a la galería, pero hacia dentro la democracia interna no existe.
La historia del caso Torremolinos va en paralelo con la evolución de Ciudadanos. Hay una primera etapa heroica de gente que cree en la necesidad de una regeneración democrática. Es el caso de Rafael Valle Trujillo. En Noviembre de 2014 pone en marcha, con un puñado de gente, la agrupación multi-local de ciudadanos, que comprendía Torremolinos, Alhaurín de la Torre y Cártama. La sede estaba en su oficina ya que no tenían ningún otro sitio donde reunirnos. La agrupación multi-local tenía como objetivo implantar el partido en los distintos municipios, si bien se empezó por Torremolinos ya que es un municipio muy conocido y podía tener más impacto político. Conforme crece la agrupación se planteó dividirse y que Torremolinos fuera por su cuenta. Las expectativas políticas aumentan. Un afiliado de Alhaurín, Francisco Lupiáñez, asevera haberse entrevistado con Fran Hervías y que ve bien que él se presente como número uno por Torremolinos. En ese momento, el partido sólo había aprobado presentarse por la capital, Málaga. El plan de Lupiáñez era utilizar a Torremolinos como lanzadera para ir en la lista al Congreso de los Diputados.
Según narra Rafael Valle Trujillo a Rambla Libre, “rechacé la oferta por dos razones principales: Primero porque no se cumpliría la promesa que estábamos haciendo a los ciudadanos diciéndoles que haríamos primarias y segundo porque no me parecía bien que usaran a Torremolinos como trampolín. Me deseó suerte y me dijo que entonces se iba a Alhaurín y que Torremolinos no llegaría a presentarse a las elecciones”.
Al poco, Rafael Valle conoció a Fran Hervías, secretario de organización, en visita a Málaga para arropar al candidato, Juan Cassà, de escasa raigambre en la provincia asturiano –como la diputada Irene Rivera– y que no vivía en Málaga capital, sino en un pueblo cercano. “A Fran Hervías le pregunté directamente qué debía hacer para presentarnos en Torremolinos y su respuesta fue: Consigue 30 afiliados y Torremolinos se presenta. Así que me puse manos a la obra e incluso hicimos una encuesta a pie de calle para saber qué posibilidades teníamos. La encuesta nos daba 4 concejales (los que salieron) y era casi un calco del resultado total”.
“Se envió dicha encuesta a Barcelona y entonces se produjo algo extraordinario: los afiliados de Málaga empezaron a fijarse en nosotros y a venir a nuestros encuentros con los ciudadanos: Café Ciudadano, que hacíamos semanalmente. Al poco tiempo, en época navideña, Luis Salvador (Delegado Andaluz y actual diputado) se pasó por un municipio rural a inaugurar una sede. Al saberlo me desplacé a dicha inauguración para hablar con él y saber si finalmente nos presentaríamos o no. Fue muy amable y me dijo que sí, que había hecho un buen trabajo y que Torremolinos se presentaría. Habló largo y tendido con Juan Cassà antes de dar la noticia allí mismo. Eso ocurrió un fin de semana, el lunes recibieron un email del Partido, el primero, emplazándonos para votar el Lunes en el Hotel Cervantes».
“Como algunos afiliados de Torremolinos llevaban apenas semanas, hicimos una consulta en Barcelona preguntando si podían o no ejercer su derecho al voto, y contestaron por escrito que sí. E hicimos la pregunta entre otras cosas al recibir la llamada de algunos afiliados de Málaga en las que me comunican que Ángeles Vergara Follana está llamando a todos el mundo para pedirles el voto para ser la coordinadora-portavoz de Torremolinos, algo que les extrañó al ser ella de Málaga”.
“Entonces, en medio de una reunión me llama por teléfono el coordinador de Benalmádena y me dice lo siguiente: «han tocado a un afiliado de los tuyos y te van a echar. Necesitan al menos a un afiliado para presentarse por Torremolinos, y a ésta persona le han prometido un buen puesto. Tú les molestas ya que según la encuesta, tu serías el Diputado provincial, puesto que quieren para Málaga, Juan Cassà u otro.»
“Llegado el día, Juan Cassà llegó con 45 minutos de retraso. Pero no vino mal porque nos dio tiempo a dar la vuelta a la tortilla a lo que allí nos encontramos. Había un montón de personas desconocidas que habían venido a votar a Ángeles. Entre ellos estaban los de ése pueblo rural, que habían sido convocados para votar por Ángeles, y les explicamos la situación, que ésta persona no había afiliado a una sola persona en Torremolinos, que ni trabajaba ni había vivido aquí nunca, etc., y nos comprendieron».
“Llegado el momento de la votación nos dieron un momento a cada uno para dar un discurso y me sirvió para inclinar la balanza a mi favor, aunque no permitieron votar a la mayoría de los afiliados de Torremolinos. Juan Cassà decía tener una lista con los que podían votar, una lista que estaba en su móvil y que no enseñó a nadie y según él, que ejercía de secretario, no podía permitir votar a nadie que no estuviera en ella, a pesar de llevar los emails impresos del partido en los que se permitía el voto. Vinieron gente de Málaga, Mijas, Benalmádena, Marbella…todos convocados contra nosotros. Aún así conseguimos 4 de los siete puestos de la Junta Directiva, y Málaga consiguió 3. Como la junta directiva es la que vota los cargos, resulté elegido como Coordinador y así se hizo público”.
“Poco después, Ángeles Vergara me llama por teléfono y durante una hora me explica que el partido quiere que sea ella la que lidere el partido y que debo retirarme a un segundo puesto. Lógicamente, me niego. Una segunda vez me lo comenta ya en persona y le digo que deje de intentar trepar y que empecemos a colaborar. Que no tengo nada personal en contra de ella pero que los votos han sido los que han sido”.
A Rafael Valle le terminan descabalgando, porque hubiera ido a la Diputación. “Tras las elecciones, efectivamente a Torremolinos le correspondía la Diputación que cedieron a Málaga”.
Ciudadanos, una marca con franquicias, entró en Torremolinos en la senda del despropósito. Nada parecido, desde luego, a ninguna regeneración. “Uno de los concejales, Juan Machío, fue expulsado del partido tras una entrevista en la que confesó haber enchufado a su cuñado en el ayuntamiento, y la Junta Directiva se ha renovado ya dos veces. Durante la campaña, la «segunda camada» de Ciudadanos, los que se afiliaron cuando nos fuimos, hicieron campaña contra los que iban en la lista por no ser del municipio”.