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El vil negocio de la Cruz Roja con la inmigración

Redacción




Ariadna Cabrera.

Los cuatro detenidos por una violación grupal habían llegado en patera y fueron expulsados de los hoteles en que fueron alojados. En la zona de Puerto Rico quedan cinco hoteles ocupados, 2 por adultos, 300, y 3 por menas, 500. Todos ellos son administrados por Cruz Roja. Se calcula que unos 200 fueron echados por provocar desórdenes. Es altamente probable que Cruz Roja cobre también por los expulsados que deambulan por las calles. A Cruz Roja le ha tocado también la administración del campamento Canarias 50, de donde fueron expulsados la semana pasada 67, que deambulan por la capital canaria, comiendo de Cáritas. Cruz Roja ha recibido una subvención de 10.000 millones de euros en la que se contemplan los traslados -más de 4.500, según algunas fuentes- en viajes gratis a la Península. Todo un vil negocio del que se lucran sus ejecutivos.

Para Juan Antonio Martínez Torres, presidente de la Asociación de Vecinos de la Isleta El Timonel, convocante de la manifestación el día 13 de marzo, a las 11 horas, salida en la Plaza de la Feria, «nuestros políticos nos han generado un problema descomunal en nuestras Islas. Ya tenemos el problema, así que ahora toca solucionarlo, porque cuando se obvian los problemas se enquistan y terminan por destrozar la sociedad».

«El problema es gestionado por La Cruz Roja, que en un principio tenía unos valores fundacionales y de trabajo muy loables y todos recordamos con añoranza aquellos días en que ser voluntario de la Cruz Roja era un orgullo. Por desgracia, hoy en día, esta organización es parte de todo el entramado empresarial que se enriquece a costa de la inmigración ilegal que llega a nuestras costas y a otras zonas del mundo. ¿Por qué decimos esto? Muy sencillo, la Cruz Roja factura los servicios prestados a todas aquellas organizaciones institucionales o privadas a las que da servicio, por lo tanto esto es una empresa que se lucra con el dolor y la desgracia ajena, bajo la máscara de ser una organización de ayuda. Encima tienen la poca decencia de agobiar a llamadas a sus socios, para cada vez pedir que donen más dinero. Es curioso que pidan voluntarios, mientras que sus dirigentes cobran sueldos groseros y escandalosos a costa de la buena voluntad de la gente que les da aportaciones».
«Le exigimos a Cruz Roja que de los servicios por los que está cobrando y que atienda a los canarios con necesidades tan bien como lo debe hacer con los inmigrantes ilegales. Si no quieren hacer esto, por favor, dejen que las empresas de atención y servicios de Canarias asuman esta responsabilidad, dado que el problema ya lo tenemos aquí, por lo menos este problema pueda generar algún beneficio para nuestras empresas y trabajadores. Exigimos a nuestros políticos, que aparecen sólo cuando hay fotos y elecciones, que se personen y que solucionen estos problemas. Que no olviden nunca que sus puestos dependen de la papeleta que cada ciudadano pone en una urna en cada elección».