Miguel Sempere
No ha venido a regenerar nada, sino a cumplir su misión: sostener a Rajoy e impedir que Podemos y Pablo Iglesias al Gobierno, todo ello bien regado de financiación del Ibex 35 –vía La Caixa y el Banco de Sabadell- y mintiendo todo lo necesario y más: iba a hablar con el PP, pero nunca con el que había cobrado de Bárcenas.
Ahora ya ha empezado a presumir de ello. Los míticos ciento cincuenta puntos pueden darse por papel mojado. Formaban parte de la farsa. Los votantes del PP que no estaban dispuestos a votarle directamente necesitaban una vía intermedia para que algo cambie y todo siga igual.
Cuando se rasca un poco en Ciudadanos, lo que sale en tropel es gente del PP, antiguos militantes de ese partido, que nunca lo han abandonado. En Rambla Libre hemos desvelado como Ciudadanos de Alicante no es otra cosa que el ripollismo. Simplemente, les resultaba más fácil vivir del cuento a través de una marca blanca.
Albert Rivera no es la reencarnación de Adolfo Suárez. Es, simplemente, el lacayo de Rajoy, a la espera de que lo asciendan a mayordomo.