Josep Sansano.
Tanto criticar a los chiringuitos y Vox ha montado uno en el Ayuntamiento de Alicante con sus asesores, a los que no se les ve el pelo: cobran pero no trabajan. Son Mónica Borrás Alós, que actualmente comparte una dedicación exclusiva como asesora en el Ayuntamiento de Alicante con Jaime Rozalen.
Lo más curioso del asunto es que Mónica Borrás mantiene abierta y a su nombre una clínica de fisioterapia (su profesión), que comparte horarios con los del Ayuntamiento de Alicante con la peculiaridad de que se encuentra en Villajoyosa. Si la compatibilidad con su actividad ya debe ser de por sí difícil con este hecho, además Borrás es secretaria provincial de comunicación de VOX Alicante, y en base a esto justifica que solo escriba sobre el par de dos: Ana Vega y Mario Ortolá.
Esta táctica de colocar a los encargados de comunicación/organización y seguridad de asesores en los ayuntamientos para mantenerlos «liberados» al servicio del partido a costa del erario público se repite en todas las provincias puesto que se trata de órdenes de Madrid, que es quien los nombra, a propuesta de las direcciones provinciales (Ana Vega). Sin ir más lejos, el encargado de seguridad en Alicante, Miguel Da Silva, es concejal por Mutxamiel y el otro asesor de Alicante, Jaime Rozalen, está en Gerencia, por lo que es el encargado de atender a los afiliados en la sede y por este motivo tampoco pisa el Ayuntamiento. Además, comprobarlo es tan fácil como llamar a la sede de alicante y preguntar por él. Atiende mañana y tarde.
No se esconden, ni disimulan, aparecen en los organigramas difundidos por la propia Ana Vega con todo descaro, añadimos para un mejor servicio al lector, los links a la clínica de Mónica Borrás.
También hay que destacar un hecho importante. No se trata de una malversación de caudales público y por tanto no es delito, por el simple hecho de que al repartirse dedicaciones exclusivas, al final los asesores quedan a media jornada, que no tienen la obligación de cumplir ni en horario de oficinas ni consecutivamente, ni fichando en ninguna parte, pero se trata de una grave inmoralidad que encima va en contra de lo que predica el partido, puesto que los asesores, si no están preparados, son otra forma de «subvención» o chiringuito para colocar a amiguetes.
Lo más gracioso de la cuestión, es que en el Ayuntamiento de Alicante es una broma generaliza entre los grupos políticos la expresión «trabajas menos que un asesor de VOX».
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