Enrique de Diego.
No has debido irte de vacaciones, no has demostrado sensibilidad, ni empatía con las víctimas. A los familiares de éstas no les bastan las chorradas de la propaganda de Iván Redondo, ni las meteduras de pata de Fernando Simón, ni las gilipolleces de Salvador Illa, ni tus disforías, Pedro Sánchez, considerando que con el confinamiento, tarde y mal, nimbado por el pánico y la improvisación, mientras dejas entrar inmigrantes sin cuarentena, so merluza, que no vales para nada. Son ofensivas tus vacaciones. Pero, ¿tú quién te has creído? ¿Y quién se ha creído el niñato sin carácter de Felipe de vacaciones en Marivent? ¡Como si todo fuera normal! Pagamos los contribuyentes dos vacaciones, en dos residencias con cargo al Presupuesto, y esto se tiene que terminar. Estas son las primeras y las últimas vacaciones de la «nueva normalidad».
Tú a lo tuyo, al SúperPuma hasta Torrejón y la Falcón a La Mareta, que debía ser vendida para ahorrar dinero al contribuyente, porque hay demasiadas residencias de patrimonio del Estado para tu disfrute, que mientras habéis depredado y aumentado la deuda, tira que pase, pero ahora se le han abierto los ojos a los cegatos españoles, y hay gastos que no se soportan. ¿O te crees que con un homenaje entre masónico y satánico a las víctimas está hecho todo?
No debías haberte ido de vacaciones, son unas vacaciones ofensivas, cuando has llevado a mucha gente a la ruina. Tienes llenos de rabia a los familiares de los muertos con una muerte terrible, solos, aislados, como en una película de terror, mal tratados, cuando solo ha habido tests para la casta, tres para Irene Montero, que muchos ancianos han muerto por miedo o con tratamientos con opiacios. Esos familiares no te perdonan, ni te perdonarán nunca; con ellos no vale la propaganda, ni el machaque en las televisiones, ellos no te perdonan que no cerraras las fronteras desde el primer momento, y que añun las tengas como un coladero de pateras, ni las manifestaciones del 8 M, que tantísimas vidas te han costado.
No tienes ninguna autoridad moral con esas vacaciones todo gratis, en un país arruinado, tú dándote la gran vida, con Begoña, la feminista, de gorrones y ganapanes. Ahora en septiembre, cuando vega la segunda oleada, no del COVID, sino de los cierres de empresas, de los ERTES que la Yoli, Yolanda Díaz, los ha convertido en ERES, y ya has pedido dinero a Bruselas, cuando te baje la recaudación y veas que se descuadra todo, cuando veas que vivíamos del turismo y el turismo no llega, no vas a pedir al pueblo español sangre, sudor y lágrimas desde el Falcón, y la gente se va a acordar de La Mareta y no te lo va a perdonar, porque no tienes perdón, porque estás vendido a nuestros enemigos, a George Soros, al primero que recibiste en Moncloa con total opacidad, y a Bill Gates, a cuyo consorcio de vacunas Gavi le has adelantado dinero, y todo se nos va a torcer, se te va torcer a ti, el hombre de La Mareta.
Hay en el aire espeso y cálido de este mes de agosto negros presagios, no hay alegría ni esperanza, de un otoño caliente, muy caliente.