Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
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María León, Victoria Abril, Silvia Alonso, Salva Reina, Boré Buika, Paco Tous a las órdenes de Alvaro Díaz Lorenzo presentan esta curiosa “ road movie “ a la española que aúna comedia y drama con sus gotas de aventura casi en clave de “western “ aunque con el escenario transplantado.
El argumento es atractivo: Eva (María León) es una joven veterinaria de Sevilla que descubre, de un día para otro, que tiene cáncer. Acompañada de Mar (Silvia Alonso), su mejor amiga y su única familia, comienza a someterse al tratamiento necesario para superarlo. En el hospital, durante las sesiones de quimioterapia, conoce a Carmen (Victoria Abril), una mujer de edad avanzada que ha pasado por esa situación hasta tres veces. Carmen llama al cáncer “ese cabrón”, pero no se amedrenta ante él. Lo combate, lo desafía y lo vence. Está segura de esto último, y también está segura de que Eva, como ella, lo conseguirá.
Alvaro Díaz Lorenzo fue el director de Señor, dame paciencia y Los Japón cuyo tono recupera en esta nueva producción. El título es sugestivo: quién no ha tenido una lista de deseos, los ha puesto – a veces – por escrito en un sueño de poder hacerlos realidad.
Pero el gran atractivo es, sin duda, el reparto: la ganadora del Goya María León (La voz dormida) junto a Silvia Alonso (Hacerse mayor y otros problemas) encabezan la película aunque la que se lleva el gato al agua es la excelente Victoria Abril. Una vez más la protagonista de tantas películas notables ( en el confinamiento pude revisar La hora bruja de Jaime de Armiñán y La noche más hermosa, de Manuel Gutiérrez Aragón).
La lista de los deseos habla del deseo de vivir de unas mujeres valientes y luchadoras que emprenden un viaje emocional y físico, un autentico viaje iniciático hacia su propia autenticidad. O hacia el equipaje de sus sueños que a menudo coincide.
Por eso caben las risas, el llanto, la emoción a flor de piel. Las tres pasaran todo tipo de vicisitudes pero se mantienen y se ayudan. Sus caracteres son muy diferentes, Eva tiene un pasado difícil, Carmen es la más sensata y siempre tiene en cuenta a su marido, el ancla por así decir de sus deseos, Mar es la más alegre en un principio aunque sus deseos no cumplidos oscurecen en ocasiones su sonrisa.
El viaje es hacia el futuro y tratan de prescindir, en lo posible, de las mochilas del pasado. No siempre podrán hacerlo, pero la esperanza unida a la amistad les acompaña y les ayuda. Y eso es lo que perdura, es la cabecera de la auténtica lista de los deseos, incluso aunque no esté así escrito de forma explícita en esa lista.
También la historia contiene otro mensaje importante: no estamos solos. Se siente en cada segundo, entre las miradas de complicidad y los abrazos tan sentidos. Y esto nos conduce a la familia como lugar de encuentro y conexión de sentimientos.
Es difícil la vuelta al cine tras el confinamiento y los desastres padecidos. Pero el cine continua conservando en las salas una magia complicada de recrear en un salón particular. De ahí que junto a los estrenos tal vez fuera buena idea – como ya se está empezando a hacer – volver a llevar reposiciones de títulos míticos. Merecerá la pena.