Luis Bru.
A Antonio Jiménez le han bajado el sueldo. Lo dijo en su programa. Que prefiere un sueldo más bajo y asegurar el puesto de trabajo y la viabilidad de la empresa. Se necesita cara, cuando la Conferencia Episcopal cubre las pérdidas, 68 millones de euros. La viabilidad de Trece no está asegurada para nada. Ahora la publicidad consiste en un anuncio pidiendo donativos para las parroquias. No se puede dilapidar el dinero de la crucecita en una televisión deficitaria, porque a lo mejor el dinero de la crucecita falla y no hay dinero para pagar a los curas y a Carlos Herrera y a Antonio Jiménez. Ahí será el llanto y el crujir de dientes, cuando no haya ni para mantener Añastro y menos aún a Antonio Jiménez, que se ríe mucho y no se sabe por qué, no tiene motivos. El futuro está escrito con letras de sangre.
Tocaba en la desescalada la apertura de las peluquerías y se lo pasa pipa como siempre no dejando hablar a los contertulios, aunque Bieito Rubido, engolado directo de Abc, se las pinta para acaparar tiempo y cámara. Total que no dejaban meter baza a Ana Isabel Martín, que era la que decía cosas más interesantes. Jiménez luciendo su corte de quinto alopécico y Bieito hablando de su peluquero que está en La Coruña. Se les nota que son del PP, y para eso que la financie el PP, y no la Iglesia. Luego llevaron a Narciso Michavila de GAD3 que no sirve para profeta y Bieito ya vio una vuelta al bipartidismo y al voto útil, y Michavila refrendó que nos vamos a elecciones en 2021. ¡Qué osados! Confunden los deseos con la realidad. Podría ser que en 2021 nos intervengan y nos pongan un Gobierno de técnicos y nos digan que nos metamos las autonomías donde nos quepan y donde no las podamos pagar, en ningún sitio, que Isabel Díaz Ayuso ya espera desordenes públicos con un millón de parados. Y Antonio Jiménez se ríe, pero no tiene motivos porque la Trece no va poder mantenerse.
Total, que Jiménez, a la moda, dio imágenes de ciudadanos aglomerándose en las aceras y Ana Isabel Martñin le dijo que si dejan tres horas, cierran parques y jardines, qué esperan. Al final, un rato con Ana Samboal, que si sabe de televisión y de economía, y que dice las palabras justa y atinadas, no como Antonio Jiménez, que habla tanto que se traba.