
Miguel Sempere
A Manuela Carmena no le gusta como la tratan los medios. En varias ocasiones, ha dicho que están controlados por la derecha y de ahí las críticas a su gestión, que considera injustas. Así que ha hecho lo que hacen los dictadores –que en España son muchos-; es decir, montar su propio grupo de comunicación, para que la trate bien y la dé la razón en todo.
Como aquí siempre se dispara con pólvora de rey –verbigracia, los déficits de las televisiones autonómicas, el hundimiento de Canal 9- la que ya ha sido bautizada como Radio Carmena tendrá el bonito presupuesto de 1,3 millones de euros, de los cuales casi la mitad estarán destinados a gastos de producción entre los que se incluyen los pagos a tertulianos afines a Ahora Madrid y a Podemos, que ya son casta y están por la pasta.
Por una vez Esperanza Aguirre ha estado graciosa y certera, al mismo tiempo, afirmando que M21 se convertirá en un Aló Carmena al más puro estilo chavista.