Luis Bru.
Libertad Digital SA afirma que su patrimonio neto -activo menos pasivo- es de 7.121.114,24, según el balance presentado en el Registro Mercantil. Sin embargo, nuestro panel de expertos contables y directivos de empresas considera que Libertad Digital SA hace mal sus cuentas por cuanto contabiliza como activos lo que son «activos ficticios». En ese orden deben ser considerados como tales, según su docta opinión, los 3.481.495,52 euros que consigna bajo el epígrafe «deudas con otras empresas del grupo» y en el mismo sentido los 3.388.403,56 euros que se apunta en concepto diferido. Por tanto, 7,1 millones menos 6,8 millones implica que Libertad Digital SA ha entrado en zona de insolvencia.
Conviene tener en cuenta que Libertad Digital SA no tiene, aparentemente, como objetivo generar beneficios para los accionistas (lo que hace más improbable que se pueda ejecutar el impuesto diferido) sino que es una empresa para el enriquecimiento personal de Federico Jiménez Losantos, básicamente, y para una pequeña tecnoestructura. Eso queda meridianamente claro en la forma que se ha realizado la última ampliación de capitales. Según fuentes internas de toda solvencia, la empresa tenía una deuda con Federico Jiménez Losantos que le ha sido sufragada mediante un préstamo bancario de 814.514,82 euros, pignorando las acciones de Losantos que ha acudido con ese dinero a la ampliación.
A ese interés en el enriquecimiento personal de Federico Jiménez Losantos induce a pensar el fuerte incremento de la subcontratación en un millón euros, hasta alcanzar los 5.804.422,75 euros, lo que sólo puede explicarse si hay se esconden las retribuciones de Losantos, y quizás de otros comunicadores. Federico se ha constituído en su propia burbuja que le terminará explotando.