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Carta abierta a Albert Rivera: Veleta, viste la luz en el Club de Bilderberg

Redacción




Enrique de Diego.

Teniendo en cuenta que me quieres meter en la cárcel –bueno, tus acólitos Ignacio Aguado y Fran Hervías, pero no hacen nada, y menos un paso tan arriesgado, sin consultártelo- por ser un periodista independiente, te será fácil colegir que el carteo aumente de intensidad.

Algunas fotos tuyas me producen estupor. La que encabeza esta carta corresponde al Worl Pride de 2017, celebrado en julio de ese año, evento que se vendió como un gran acontecimiento turístico y no fue tal pues quedaron habitaciones libres en todos los hoteles de Madrid, incluidos los de Chueca. Se te ve encantado de la vida haciéndote un selfie. El anagrama de Ciudadanos aparece sobre el arco iris que identifica al colectivo gay. Donde Ciudadanos tiene relevancia, como en Sevilla, sus cargos asistieron al evento local con enorme satisfacción.

José Manuel Villegas. /Foto: canariasahora.com.

Es muy legítimo que Ciudadanos apoye al movimiento gay y la agenda de ese lobby. Mas lo que me resulta asombroso es que en fechas bastantes cercanas, como en 2009, concurriste, veleta, a las elecciones europeas en coalición con Libertas. Es decir, se presentó Libertas-Ciudadanos, lista en la que iban José Manuel Villegas, secretario general, y Luis Fuentes, portavoz en el Parlamento de Castilla y León. Era una candidatura que se oponía a la consideración como matrimonio de la unión de dos homosexuales. Una candidatura encabezada por Miguel Durán, auspiciada por el irlandés Declan Ganley, que ponía el dinero aunque nunca se ha sabido cuánto, y apoyada y muñida por Julio Ariza, presidente de Intereconomía, todos ellos totalmente contrarios a la agenda del colectivo gay y a considerar legalmente matrimonio a cualquier unión entre ellos.

Albert Rivera, cuando era provida. /Foto: m.forocoches.com.

Es decir, en el lapsus de ocho años has pasado de, para entendernos, estar contra el colectivo gay a estar de figura en el Worl Pride y a poner los anagramas de tu partido sobre la bandera arcoíris, en una identificación plena. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Cuáles han sido los pasos de tu evolución? Las personas normales cuando tienen en sus ideas cambios tan copernicanos, dan explicaciones, que parten de un arrepentimiento previo –me equivoqué, no tuve en cuenta tal o cual otro aspecto-, informan de los nuevos datos que les han hecho variar de opinión.

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En el año 2009, de manera pública, con la candidatura a las europeas Libertas-Ciudadanos estabas a favor del derecho a la vida con carácter absoluto. Eso era lo que identificaba a esa candidatura, que se presentaba en todas las naciones europeas, con el objetivo de conseguir un lobby parlamentario próvida en Estrasburgo. Ahora resulta que has votado, con todos tus parlamentarios, a favor de la eutanasia o como te has ufanado, Ciudadanos ha votado a favor del “derecho a vivir con dignidad hasta el último día”. ¡Qué rodeos semánticos tan edulcorados y vergonzantes! Estás hablando de la eutanasia, de matar, que en 2009 repudiabas, aunque parece que estás escribiendo prosa poética de baja estofa. ¡”Derecho a vivir con dignidad hasta el último día”! Parece que estás hablando del derecho a la vivienda y un sueldo digno y no de una inyección letal administrada por un presunto médico. ¿Por qué no ir por la directa y hablar claro?

La cuestión es que has dado bandazos tremendos sin dar ninguna explicación, sin cambiar ni de puesto ni de partido. Añádase al brebaje cambiar en horas veinticuatro de ser socialdemócrata a ser liberal, cuando socialdemócratas y liberales llevan peleándose desde Bad Godesberg y desde la Monta Peleryn. ¿Cuáles son tus convicciones las de 2009, de Libertas-Ciudadanos, o las de ahora? ¿Y cuáles serán tus convicciones mañana? ¿Qué credibilidad tiene tu palabra?

Juan Luis Cebrián. /Foto: jotdownnes.com.

¿Dónde has visto la luz? ¿Fue en Cádiz o en el Club de Bilderberg? Porque en junio de 2017 fuiste llevado por Juan Luis Cebrián y Ana Patricia Botín a la reunión anual en un Hotel de Virginia, USA, como “una joven promesa española” y allí te hablaron de lo bueno que era ceder soberanía para ‘construir’ la Unión Europea –es decir, acabar con la soberanía de España para cedérsela a los burócratas de Bruselas- y crear un ejército europeo. Ibas bien preparado para escuchar y asumir esa monserga pues en 2015, en Cádiz, habías presentado el documento de Ciudadanos “Europa y más Europa”, en el que planteabas poner en marcha un “procedimiento especial para la transferencia de soberanía a la UE”, así que no tenían que darte lecciones, llevabas la asignatura aprobada. ¡Extraño patriota favorable a ceder soberanía nacional y rodeado en Ciudadanos de irrestrictos globalistas como Manuel Valls y Luis Garicano, tan melosos con George Soros, el enemigo número uno de la existencia de las patrias!

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Albert Rivera saludando a Manuel Valls. /Foto: lavanguardia.com.

Ha llegado el momento de desenmascararte. Me basto y me sobro con Rambla Libre para hacerlo. No eres, Albert, parte de la solución, sino del problema. Una persona que ha pegado tales bandazos en su vida, sin explicar el porqué, por lo general es, por lo general, una persona sin convicciones ni principios. A lo mejor tú los tienes, pero me gustaría mucho saberlos. Puede que todo se reduzca a que tu objetivo a cualquier precio sea ser presidente del Gobierno. No lo vas a ser, ya te lo adelanto. Los amos del mundo te han prometido un premio que no te pueden conceder, porque eso depende de los electores, de esas gentes a las que desprecian en el Club de Bilberberg, pero que aún tienen en sus manos la dignidad del voto, como este humilde periodista independiente. Y a todo esto, tú que exiges tanto a los demás y pides dimisiones, propugnando para los otros altos niveles de exigencia ética en materia de transparencia, ¿cómo fuiste capaz de asistir a la reunión del Club de Bilderberg que establece la exigencia de mantener absoluto secreto de las deliberaciones?

Mira, Albert, eres un mar de contradicciones. No eres fiable para nada. No sirves.