Luis Bru.
Eduardo Zaplana, actualmente en prisión preventiva en la cárcel valenciana de Picassent, actuó al dictado del manipulador Pedro J Ramírez siendo portavoz del PP en el Congreso de los Diputados con el fin de conseguir la liberación del terrorista Jamal Zougam, recientemente detenido como dirigente del ‘frente de cárceles’ de Daesh.
Zaplana y Ramírez se reunían cada domingo en un reservado del restaurante madrileño Jai Alai con el fin de coordinar estrategias. Zaplana recibía literalmente consignas de Ramírez que plasmaba luego en preguntas parlamentarias. Es una de las historias más oscuras del periodismo y la política española que hoy desvela Rambla Libre.
“Jamás vamos a aceptar el silencio desde nuestro papel de oposición, y nos vamos a negar al seguimiento de esas verdades oficiales en las que nos quieren instalar”, declaró el actual preso de Picassent por corrupción asumiendo la doctrina oficial de Ramírez.
En su obsesión por negar la autoría islamista y conseguir la libertad del asesino Zougam, el PP no dudó en caer en el más torpe ridículo. Así la diputada del PP, Alicia Castro, que terminó abandonando la política avergonzada, llegó a preguntar: «¿quién dio la orden a los geos de entrar el día 3 de abril de 2004 en la casa de Leganés, donde se suicidaron los terroristas presuntamente implicados en los atentados del 11-M?”. Se trató de una pregunta elaborada por Luis del Pino que carecía de cualquier sentido: el 3 de abril de 2004 seguía en el Gobierno, en periodo de transición hacia el traspaso de poderes, el PP, por lo que debían saber sin ninguno género de dudas cuál era la cadena de mando en la operación: Agustín Díaz de Mera y el subdirector operativo, Pedro Díaz Pintado, que fue quien dio la orden.
La misma diputada presentó otra preguntas delirantes. Así, “¿tiene constancia el señor ministro de que, en la casa de Leganés, aparecieron los cuerpos de dos presuntos suicidas con explosivos a la cintura, pero sin iniciador, lo que hace que se puede poner en duda el carácter suicida de la totalidad de los miembros del comando?”. Nótese la falta de lógica interna y la completa estupidez.
Aunque el récord, sin duda, lo tiene la siguiente pregunta parlamentaria: “¿Tiene constancia el señor ministro de que uno de los presuntos suicidas de Leganés fue encontrado en la vivienda, después de la explosión, con los pantalones puestos del revés, como consta en los informes del registro correspondiente, sin que haya dado una respuesta aclaratoria a este hecho al día de hoy?”.
El frente mediático-político proZougam no llegó a conseguir su objetivo –incluso Luis del Pino lo ha calificado de “detenido político” y Losantos de “absurda” la sentencia condenatoria por la masacre del 11 M- lo que, obviamente, ha salvado vidas e impedido que cometiera nuevas masacres como la de Atocha, como lo muestra sus esfuerzos en la cárcel por extender el integrismo islámico, en una red extendida por 17 cárceles y uno de cuyos objetivos era empezar a asesinar funcionarios de prisiones.
Ni el digital de Ramírez ni el de Losantos han dado ni tan siquiera información de esta nueva detención del asesino Zougam.