Luis Bru
A diferencia de Galicia, donde un partido, el PP, puede obtener la mayoría absoluta y la alternativa es la coalición de cuatro partidos, en las elecciones vascas se da por seguro tanto el triunfo del PNV como la necesidad de una coalición que, según analistas consultados por RL, se orientaría preferentemente hacia el PSE-PSOE.
Uno de los futuribles es la posibilidad de que el PNV sea uno de los apoyos del PP en el debate de investidura y con un acuerdo de legislatura, difícil de armonizar con Ciudadanos pero ya se sabe que la política hace extraños compañeros de cama.
Tras una legislatura tranquila, Iñigo Urkullu no ha perdido la centralidad de la política vasca y sondeos y vaticinios se orientan a una repetición de resultados. El PNV no puede dar aire a los radicales de su espectro, así que se moverá entre el PSE-PSOE y el PP, formaciones con las que tiene las interlocuciones abiertas.
El PSOE y el PP pueden descender respecto a las elecciones generales. La incógnita es Podemos que ganó en las generales y que puede tener difícil repetir resultado. El efecto Arnaldo Otegi para Bildu no está siendo todo lo movilizador que se esperaba.
Tanto Ciudadanos como UPyD tienen difícil conseguir representación, con el estigma de formaciones que combaten el nacionalismo y que son débiles en las zonas con partidos nacionalistas fuertes.
El PNV se moverá entre la abstención y el apoyo puntual al PP en Madrid. Y el PP vasco hará lo mismo con el PNV en Vitoria. De todos modos, es posible que el apoyo entre ambos partidos vaya creciendo una vez pasen las autonómicas porque están condenados a necesitarse y entenderse de alguna forma.