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Condenan a Jacinto, 83 años, que mató a un atracador que iba a matar a su esposa en su propia casa

Redacción




Redacción.

Entraron en su casa, en Tenerife en el año 2.015, tapados con caretas, armados con palos y una pistola simulada. Ha quedado probado que le rompieron los huesos de la mano a su esposa, mientras ella lloraba y les ofrecía las tarjetas de crédito porque en casa no había dinero. A Jacinto S.M., de 83 años, le habían puesto una pistola en la sien y fue a una habitación contigua con la excusa de buscar dinero. Volvió con una pistola y disparó al mayor de los asaltantes, Jonás, 26 años, que murió. El otro era menor y ha corroborado los hechos.

Jacinto S.M. no ha sido considerado un héroe que actuó en legítima defensa, protegiendo la vida de su mujer y la suya propia. En un auténtico despropósito, el jurado considera que pudo usar otros medios, que existían alternativas posibles «menos gravosas». No especifica cuáles. Quizás, el anciano Jacinto podía haber hecho unas llaves a los dos asaltantes o podía haber esperado a que a su esposa la rompieran la otra mano y las dos piernas.

Jacinto, en el juicio. /Foto: diariodeavisos.com.

El jurado lo condena por homicidio y posesión ilícita de armas, aunque recomienda el indulto en atención a su avanzada edad, carecer de antecedentes penales y actuar en defensa de su propia vida. El abogado defensor anunció que recurrirá y que solicitará que la pena sea la menor posible a fin de que no tenga que ingresar en prisión. La representante del Ministerio Fiscal apuntó que no se opondrá a la suspensión de la pena, mientras que la acusación particular convino en solicitar la menor posible por la tenencia ilícita de armas pero no en la referente al homicidio.

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La pena tendrá que ser impuesta por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tenerife, pero al ser condenado por homicidio no puede ser menor a dos años y seis meses, por lo que tendría que ingresar en la cárcel. Será el Tribunal Superior de Justicia de Canarias el que tendrá la última palabra ante el recurso.

El otro atracador, Christian, declaró en el juicio: «Hubiera hecho lo mismo o peor».