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Pedro J Ramírez, un completo mentiroso: ¡Ha abandonado también a su perro!

Redacción




Miguel Sempere.

Portada de Ágatha Ruiz de la Prada en la revista Semana, posando con el perro «Jota«, de raza chow chow. Un efecto colateral: Pedro J Ramírez queda como un completo mentiroso, lo cual es especialmente grave en un periodista. A Pedro J Ramírez no le gustan los animales, ni poco, ni mucho, ni nada, pero da la impresión de que no quería quedar mal con los animalistas. Eso le aconsejó, según fuentes solventes, la polémica abogada Cruz Sánchez de Lara.

Así que Pedro J mintió. Engañó a sabiendas. En la revista Lecturas, a través del blogg de su periodista de cámara, Pilar Eyre, afirmó que ama mucho a los perros, «cuando pasan a mi lado siempre los acaricio y tengo uno, que ahora vive con mi hijo, que se llama Jota, al que quiero mucho». Y según la lacaya Pilar Eyre: «Apunta con humor: ‘Hoy he comido con los dos’«. Ni una sola verdad en ninguna de sus afirmaciones. Pedro J Ramírez nunca ha comido con Tristán y con «Jota«, a la vez. Entre otras cosas, porque con Tristán queda una vez al mes en un restaurante -como ya había desvelado Enrique de Diego en su libro «El triunfo de Ágatha Ruiz de la Prada«- y en tales sitios no se permite el acceso a los perros.

En su entrevista, Ágatha confirma que desde la despedida a la francesa de Pedro J el 29 de octubre de 2.016 nunca ha vuelto a ver a su perro, ni se ha preocupado de él. «Jota» es un regalo de los trabajadores de El Español cuando se puso en marcha el digital. «Me he tenido que hacer cargo yo porque a él no le gustan los animales, de hecho no lo ve desde el famoso desayuno en el que me pidió el divorcio. Yo lo adoro; lo han tenido que operar como diez veces y en una de ellas estuvo a punto de morirse. Tuvo que estar ingresado en una clínica 15 días».

Pedro J Ramírez también ha abandonado a su perro, esa es la verdad. La cuestión es que miente para pretender dar una imagen completamente distinta de la realidad. Cualquiera puede entender que si se quiere a un perro no se le deja viviendo con el hijo, quien, por cierto, vive con su madre. Es, sin duda, una anécdota pero puede elevarse a categoría: Pedro J es un mentiroso compulsivo, lo cual le resta, necesariamente, credibilidad como periodista.

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Ágatha, además, confirma lo que había desvelado Enrique de Diego en «El triunfo de Ágatha Ruiz de la Prada«: las relaciones de Pedro J con sus hijos son distantes y conflictivas. Según Ágatha, «Tristán, de 30 años, y Cósimade 27, hablan con su padre y le ven, pero están muy desilusionados. No se lo imaginaban. De hecho, ambos se han quedado conmigo». Entre otras cosas, porque Pedro J les ha prohibido poner un pie en su nueva casa, para no acercarse a Cruz Sánchez de Lara, quien, según amigos de Pedro J, tiene la obsesión de monopolizarle y aislarle.

«A mí –declara Ágatha Ruiz de la Pradano me han gustado nada sus mensajes. Los encuentro muy poco amables tanto para mí como para los niños. Tienes que mostrar un poco de respeto por tus hijos y por tu exmujer, sobre todo si haces una cosa tan fea como la que ha hecho él. Aunque tal vez le exijan estar odioso conmigo…Pero no, es que en el fondo él es así. No es una persona educada». Mentiroso sí lo es. Y mucho.