Miguel Sempere
No habrá sido sólo por los regalos que le hizo a José Bono por lo que Reyal Urbis, constructora de Rafael Santamaría, entró en concurso de acreedores y aparece en el puesto número uno de la lista de morosidad con el Ministerio de Hacienda: la deuda asciende a los 368,6 millones de euros.
La generosidad del hoy ultramoroso Rafael Santamaría con su amigacho José Bono no conoció límites: la habitación de la hija pequeña, Sofía, en el chalet familiar de Olías del Rey -fue construido por Reyal Urbis con la que llegó a tener una deuda de 10 millones de pesetas- fue decorada y amueblada como un regalo del constructor Rafael Santamaría, de Reyal Urbis.
También le regaló al hijo de José Bono, jinete, dos caballos por valor de 200.000 euros; uno de ellos, Farceur du Haul, un pura sangre de competición, para cuya adquisición –según El Confidencial– Bono entregó a un amigo intermediario 100.000 euros en fajos de billetes de 500 euros, envueltos en papel de periódico.
Operarios de Reyal Urbis llevaron a cabo las obras de remodelación de otra de las adquisiciones inmobiliarias de José Bono: una vivienda en la C/ San Justo, 1, en el Madrid de los Austrias, junto a la Plaza Mayor, y frente a la Basílica Pontifica de San Miguel. Adquirida por 1 millón de euros, aunque el precio de venta era de 1,6 millones de euros. Un regalo para su hijo.
Reyal Urbis también le permutó un piso menor cuantía de Bono en el barrio madrileño por dos áticos de lujo en Estepona, como los de Ignacio González. Vamos, que la regaló bastante más que tres trajes, sin que ningún juez o fiscal se haya llamado a intervenir e investigar. Incluso, diversas fuentes solventes, coinciden en apuntar que Reyal Urbis también estuvo en la construcción de Hípica Almenara. Era tal la magnanimidad con José Bono de Rafael Santamaría que no pocos en Castilla-La Mancha dieron en pensar si el político no tendría acciones de la constructora.
Reyal Urbis puso en marcha el gran negocio o pelotazo con la llamada Ciudad del AVE, en Valdeluz, 10.000 viviendas, junto a la parada del AVE. Ahora, a pesar de que Reyal Urbis ha conseguido rebajar su deuda con hacienda (en diciembre era de 378 y a día de hoy es de 368,6) no ha sido suficiente para dejar de liderar el primer puesto de la lista de grandes morosos.
La inmobiliaria, que se encuentra en concurso de acreedores, registró unas pérdidas de 155 millones de euros durante 2015. En febrero anunció una facturación total de 115 millones en 2015, casi el doble que en 2014, 68 millones. Sin embargo, durante el primer trimestre del 2016, los ingresos del grupo inmobiliario fueron de 8,76 millones, un 81% menos que en el mismo periodo el año anterior, registrando una pérdida neta que asciende a los 40,53 millones.
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