La operadora de telecomunicaciones Finetwork, de Elda, se tambalea al borde del precipicio. Lo que hace apenas unos años era un ejemplo de éxito, con patrocinios estrella como Fernando Alonso, el Real Betis o la selección española, hoy es un polvorín de deudas, demandas y una gestión cuestionada que amenaza con llevarse por delante su fulgurante trayectoria.
De la Fórmula 1 al fútbol femenino: un sueño roto
Nacida en 2015 de la mano de Pascual Pérez, Finetwork conquistó a más de 1,2 millones de clientes con su oferta low-cost y una estrategia de marketing agresiva. Su apuesta por el deporte fue su gran escaparate: desde el bicampeón de Fórmula 1 Fernando Alonso hasta el joven talento de MotoGP Pedro Acosta, pasando por clubes como la Real Sociedad o el CD Eldense, presidido por el propio Pérez. También se subió al carro del fútbol femenino, firmando en 2022 un patrocinio con la Liga F, que llevó su nombre como «Finetwork Liga F». Sin embargo, el acuerdo se torció rápido: la empresa dejó de pagar los 4 millones de euros pactados para la temporada 2022-23, alegando que solo existía un «acuerdo de intenciones». La Liga F, que defendió la validez del contrato, llevó el caso a los tribunales, generando un terremoto que dañó la imagen de Finetwork y dejó al fútbol femenino en una posición vulnerable, aunque LaLiga acabó cubriendo el hueco económico.
Una deuda millonaria con Vodafone y un proceso preconcursal
El verdadero mazazo para Finetwork ha sido su conflicto con Vodafone, su proveedor de red móvil y fibra. La operadora de Elda debe 77,4 millones de euros, una deuda que arrastra desde 2019 y que ha llevado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a ordenar un pago parcial inmediato. En mayo de 2025, Finetwork se acogió a un proceso preconcursal para negociar con acreedores y evitar la quiebra, un movimiento que refleja la gravedad de su situación. A esto se suma otra demanda de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), con la que provisionó 1,4 millones de euros tras romper su contrato de patrocinio. En 2023, la deuda total de la compañía ya alcanzaba los 23,2 millones, según El Cierre Digital, lo que ha obligado a recortar un 65% su presupuesto de patrocinios en 2024.
Cambio de timón: la búsqueda de un salvador
Con el barco a la deriva, Finetwork intenta enderezar el rumbo. En abril de 2023, Óscar Vilda, exdirectivo de Vodafone y Orange, asumió como CEO con la misión de sumar 300.000 nuevos clientes y reducir la influencia de Pascual Pérez en la gestión. Sin embargo, las informaciones más recientes, según El Independiente, apuntan a que la empresa está en plena búsqueda de nuevos ejecutivos para reforzar su cúpula y diseñar una estrategia de supervivencia. Fuentes del sector señalan que Finetwork necesita una inyección de capital urgente o un comprador que asuma sus activos para evitar el colapso. Mientras tanto, la compañía insiste en que opera con normalidad y que el proceso preconcursal le da margen para negociar, pero el escepticismo crece.
Un gigante con pies de barro
El caso de Finetwork es un recordatorio de lo efímero que puede ser el éxito. La empresa que llevó su logo a las camisetas de la Liga F, a los monoplazas de Alonso y hasta a El Hormiguero con Trancas y Barrancas, hoy lucha por no convertirse en otra víctima del competitivo mercado de las telecomunicaciones. En Elda, donde Finetwork era un símbolo de orgullo local, la incertidumbre se palpa. La pregunta no es solo si sobrevivirá, sino si podrá recuperar la confianza perdida tras un rosario de impagos y promesas incumplidas. Mientras tanto, el fútbol lésbico, que soñaba con un impulso económico gracias a Finetwork, sigue suspirando dinero público.