Luis Bru.
Probablemente, casi con total seguridad, fue Enrique de Diego el primero y el único que habló del satanismo de Letizia Ortiz en su libro ya de culto «Letizia, satánica y adúltera», en Amazon, auténtica revelación sobre el satanismo como culto invertido y pervertido de las élites, desde los Rockefeller y los Rothschild hasta Carlos de Inglaterra y Jay Z y Beyonceé, Shakira, Lady Gaga.
A Letizia se debe el premio princesa de Asturias de las Artes concedido a la bruja de más alta jerarquía, sin ningún contenido artístico, Marina Abramovic, a quien la une una diabólica amistad. También sus fugas en las Ferias del Libro para adquirir libros claramente satánicos. Y su aversión por las cosas sagradas que le lleva a no santiguarse y estar ausente cuando, por protocolo, ha de asistir a Misa.
Así ha vuelto a suceder en la ceremonia de entronización del nuevo Papa, León XIV, donde estuvo como convidada de piedra, bostezando, y sin ningún detalle de religiosidad, como santiguarse.
Como fray Ejemplo es le mejor predicador, la princesa Leonor ha salido idéntica a la madre. Según publica el digital nacional.cat, que desde el escándalo de las revelaciones de Jaime del Burgo, se ha convertido en el que mejor información da sobre la familia real, «compañeros de Elcano explican que Leonor no asiste a misa ni se santigua, no cree en Dios ni es católica».
En la crónica de el nacional.cat, se afirma que «el entorno militar de Elcano» la princesa Leonor «no se muestra interesada por los actos de fe, ni siquiera por cortesía». La Marina española es el Arma que mantiene la tradición católica más arraigada.
«Su actitud, describen, es la de alguien que no cree en Dios y que no se identifica con el catolicismo». La fe es un dos de Dios que se recibe gratuita y libremente, pero evidentemente en el caso de quien aspira a reinar en España «choca con la tradición monárquica española, históricamente vinculada de forma muy estrecha con la Iglesia», de forma que el catolicismo implica un punto de legitimidad básico. No ha habido nunca una reina de España agnóstica, como parece ser el caso de Leonor.
Esto indica con claridad algunas conclusiones: Felipe ha cedido y no ha intervenido en la educación de su hija y futura reina de España Leonor de Borbón; ha sido Letizia Ortiz quien ha ejercido en monopolio esa función y la religión no ha representado ningún papel en su formación. En Zarzuela hay Santa Misa los domingos a las 12 de la mañana y consta que Felipe asiste a ella. Se ha visto en ocasiones, como en la Misa en la festividad de Santiago, que Felipe sabe santiguarse -no es tan difícil ni complicado-. mientras Letizia permanece hierática, y sus hijas Leonor y Sofía tratan de imitar, torpemente, al padre.