Lewis Hamilton, el heptacampeón de Fórmula 1, enfrenta un doble revés en su carrera profesional y empresarial. Su cadena de restaurantes veganos, Neat Burger, respaldada por el actor Leonardo DiCaprio, ha cerrado definitivamente sus puertas en el Reino Unido tras acumular pérdidas millonarias estimadas en 9,2 millones de euros en 2022, según reporta The Sun. Este fiasco se suma a un inicio de temporada decepcionante con Ferrari, donde el piloto británico no logra adaptarse al SF-25, marcando un 2025 lleno de desafíos.
Neat Burger: una apuesta vegana que no convenció
Lanzada en 2019 con la ambiciosa meta de revolucionar la comida rápida con hamburguesas veganas, Neat Burger prometía ser una alternativa “sostenible y deliciosa”. Sin embargo, la realidad fue menos apetitosa. Los elevados precios –con hamburguesas rondando los 15 euros– y una oferta que no logró captar al público masivo condenaron el proyecto. Críticos gastronómicos y usuarios en redes sociales han señalado que la comida vegana, pese a su atractivo ético, a menudo carece del sabor y la accesibilidad necesarios para competir con las cadenas tradicionales. “La idea era noble, pero el mercado no perdona. La comida vegana sigue siendo un nicho, y Neat Burger no supo conquistar paladares ni bolsillos”, comentó el analista alimentario Tim Lang al Evening Standard.
Los problemas operativos también jugaron su papel. En 2023, una inspección sanitaria en la sucursal de Camden, Londres, otorgó una calificación de higiene de dos sobre cinco, un golpe a la reputación de la cadena. Aunque se corrigieron las fallas, el daño estaba hecho. La inflación, el aumento de costos en ciudades como Londres y Nueva York, y la feroz competencia de gigantes como McDonald’s, que han ampliado sus opciones veganas a precios más competitivos, terminaron por asfixiar a Neat Burger. El cierre de los últimos dos locales en el Reino Unido deja a 150 empleados sin trabajo, un epílogo amargo para un proyecto que Hamilton defendió con pasión desde su conversión al veganismo en 2017.
Ferrari: Hamilton, perdido en la pista
Paralelamente, el arranque de Hamilton con Ferrari en la temporada 2025 ha sido todo menos estelar. Tras su sonado fichaje por la Scuderia, las expectativas eran altísimas, pero los resultados han sido mediocres. En el Gran Premio de Arabia Saudita, Hamilton finalizó séptimo y expresó su frustración: “No hubo ni un segundo en el que me sintiera cómodo con el coche”. En China, pese a ganar la carrera sprint, fue descalificado en el Gran Premio por infracciones técnicas, un reflejo de los altibajos del equipo.
El SF-25, diseñado con un enfoque que favorece el estilo de conducción de Charles Leclerc, ha expuesto las dificultades de Hamilton para adaptarse. Según AutoRacer, el coche presenta un subviraje en curvas y una parte trasera inestable a alta velocidad, problemas que chocan con el estilo del británico. “Ferrari parece haber construido un monoplaza para Leclerc, dejando a Hamilton en desventaja”, señala el medio. Sus comentarios post-carrera, como la necesidad de “un trasplante de cerebro” para entender el coche, reflejan una desconexión preocupante.
Un 2025 para olvidar
El cierre de Neat Burger y el mal inicio en Ferrari pintan un panorama sombrío para Hamilton. La comida vegana, aunque alineada con sus convicciones éticas, no logró seducir a un mercado que prioriza precio y sabor. En la pista, su incapacidad para domar el SF-25 y la sombra de Leclerc amenazan con opacar su legado en Maranello. Mientras los tifosi esperan un milagro, Hamilton enfrenta el desafío de reinventarse tanto en los negocios como en la Fórmula 1. Por ahora, 2025 parece un año de lecciones duras para el campeón.