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Elia Rodríguez no quería vacunarse pero temía perder su trabajo si no lo hacía

Redacción




Luis Bru.

El 7 de septiembre de 2021, falleció Elia Rodríguez a causa de la timo vacuna que con tanto ahinco y pasión promocionaba el empresario y locutor de Es Radio, Federico Jiménez Losantos.

Elia Rodríguez tenia serias dudas en vacunarse, según sus amigas íntimas que han contactado con Rambla Libre, al haber pasado el coronavirus, pero la necesidad de mantener el puesto de trabajo, y su sustento, le hicieron tomar la decisión fatal. Tenía 38 años cuando se encontró con una fuerte reacción febril y decidió acudir a Urgencias y sumbrió.

Libertad Digital en una nota inusual presentó su muerte causada por un «accidente doméstico» sin especificar. La Dra María José Martínez Albarracín considera que a su edad es casi imposible morir por accidente doméstico.

Según el testimonio de César Vidal, persona con la que se sinceraba Elia Rodríguez, ésta se había planteado, en varias ocasiones, abandonar la empresa, ya que se consideraba mal tratada, mal pagada, poco valorada y además había sufrido acoso sexual, sin citar el nombre del acosador, pero claramente un jefe, un superior a ella. Sin embargo, dada la difícil situación del mercado laboral periodístico, no encontró salida. Por tanto, se aferró al puesto de trabajo, que representaba su sustento.

Elía Rodríguez con Federico Jiménez Losantos.

Mientras, Federico Jiménez Losantos, el empresario de quien dependía, llevaba a cabo una campaña sórdida contra los que no se vacunaran, y específicamente los trabajadores de su empresa que pudieran ser renuentes cuando Losantos era fervoroso partidario, y así lo proclamaba a diario, públicamente, a través de las ondas, concretando que «aquí no entra nadie que no esté vacunado». Losantos había hecho ostentación de su vacunación, como si fuera un espectáculo.

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Ketty Garat.

Elia Rodríguez trabajaba en un programa de fin de semana y hacía el espacio de publicidad de El Corte Inglés en el programa de Losantos, él mismo del que decía que en el estudio no entraba nadie que no estuviera timo vacunado. Dos compañeras abandonaron la empresa por aquellas fechas, y nada más salir se posicionaron contra las vacunas. Kety Garad, que se fue a The Objective, y Elena Berberana, que se marchó a la televisión 7nn. Elia Rodríguez, por contra, estaba atrapada.

Elena Berberana.

Según sus amigas íntimas, una de las cuales recibió wathsapps angustiosos el día 7 de septiembre de 2021, Elia tenía muy serias dudas de acudir a pincharse, entre otras cosas porque había pasado el coronavirus recientemente, pero pudo más en ella la presión psicológica del discurso de Losantos y su necesidad de mantener el puesto de trabajo.

Federico Jiménez Losantos, vacunado.

Como se recordará, Losantos trataba a los que no se vacunabas de «bebelejías», de «asesinos», pedía que todos vacunarán a sus hijos y, como un locutor hutu provocando el genocidio de los tutsis en Ruanda, les tildaban de «cucarachas» que debían ser exterminados. Elia Rodríguez debía ser exterminada, en la perversa lógica de Losantos, que no admitía excepciones.

Elia Rodríguez.

Cuando se produjo la muerte, el pequeño staff de Libertad Digtal SA, adicto a Losantos, respondió con pánico a la muerte de Elia. Se venía abajo el discurso histriónico y sectario de Losantos sobre la plandemia, y especialmente sobre las vacunas. De ahí surgió la nota oficial -nadie, ninguna empresa da notas oficiales sobre la causa de la muerte de sus empleados- sobre el increíble «accidente doméstico», que trataba de salvar la credibilidad, ya muy mermada, y el culo, muy agujereado, de Losantos.

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Losantos podía y debía haber presentado el informe policial y la autopsia, pero no lo hizo. Se montó un circo de premios póstumos a Elia para hacer ruido y ocultar la causa real de su muerte: la «vacunación». Lo confiesa el director comercial de Libertad Digital, Antón Márquez. Como dijo él, «al que le toca, le toca». A Elia le tocó.

http://ramblalibre.com/2025/03/20/losantos-y-esradio-mintieron-un-alto-ejecutivo-de-libertad-digital-confirma-que-elia-rodriguez-murio-el-dia-que-pincho-y-el-accidente-domestico-fue-un-invento/