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Las mentiras de la plandemia son más de 7291

Redacción




Javier de la Calle.

Jordi Évole rescató a Fernando Simón para lustrarle las botas. «El Follonero», apodo que ahora odia que le recuerden, es un personajillo de la factoría Roures. El programa tenía un fin: intentar atacar a Isabel Díaz Ayuso. Como el resto de la clase política, la chulapa Ayuso es deleznable, pero lo de jugar a llenarse los bolsillos criticando a la pandillera de la Puerta del Sol al tiempo que se vanagloria a Fernanda Simón define al Follonero.
La oposición a Díaz Ayuso intenta hacerle un boquete con el número 7291. Un táctica que tiene poco recorrido, porque Díaz Ayuso ha calado perfectamente al español autóctono: no me toques la caña y la tapa, y déjate de pandemia que de eso hace mucho. A La Sexta y a la izquierda española solo le interesa conocer 7291 muertes, para lo que olvidan que Pablo Iglesias asumió el control de las residencias, pero qué más da. A los pacientes se les quemó los pulmones al aplicarse protocolos de los que eran sabedores que eran malignos. Las causas de los fallecidos hasta el día de hoy a causa de efectos de las timovacunas se ocultan, así que vaya Ud. a saber cuántos fueron realmente. Queda también la pasividad de la población, que cumplió las órdenes de no entrar en las residencias para abandonar a su suerte a sus mayores.
No son 7291 los problemas que deja la plandemia. Son muchos más, que alcanzan los millones al entrar los pinchazos génicos en juego. ¿Cuántas españolas son estériles y todavía no lo saben a causa de las timovacunas? Así que Follonero, no son 7291. Usa los recursos de Atresmedia y descubre la verdad del genocidio. No lo harás, porque lo tuyo es intentar sacar rédito político de los muertos.