Lack Phillips.
El presidente Donald Trump firmó el lunes, en uno de sus primeros actos oficiales como presidente, una orden ejecutiva que pone fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento.
La orden ejecutiva aclara que el gobierno federal no reconoce automáticamente la ciudadanía por derecho de nacimiento a los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en Estados Unidos.
Anteriormente, Trump reconoció que la orden podría ser controvertida y que esperaba una inminente impugnación legal.
La ciudadanía por derecho de nacimiento está consagrada en la Constitución estadounidense desde el caso de la Corte Suprema de 1898, Estados Unidos vs Wong Kim Ark.
Trump dijo que la ciudadanía automática era «simplemente ridícula» y que creía estar en «buen terreno [legal]» para cambiarla.
También el lunes, en uno de sus primeros actos oficiales como presidente, Trump firmó una orden declarando una emergencia nacional por la inmigración ilegal en la frontera sur.
«Es una asunto muy importante», bromeó con los periodistas mientras firmaba una orden declarando la emergencia fronteriza.
Días después de ser elegido en noviembre, Trump confirmó que firmaría dicha declaración de emergencia. Durante su campaña, a menudo citaba la inmigración ilegal como uno de los principales problemas que azotaban al país, y añadía que tomaría otras medidas para frenar el fenómeno.
Trump dijo que está a favor de la inmigración legal cuando firmó las órdenes por las que se declaraba la emergencia nacional en la frontera entre Estados Unidos y México, al tiempo que suprimía el reasentamiento de refugiados.
Trump también les dijo a los periodistas que la mano de obra inmigrante era necesaria para la inversión, que anticipa acompañará a su aumento de aranceles. «Me parece bien la inmigración legal. Me gusta. Necesitamos gente», dijo.
Trump recuperó la Casa Blanca, en parte, tras prometer intensificar la seguridad fronteriza y deportar cifras récord de inmigrantes que se encuentran en Estados Unidos de forma ilegal. Los republicanos y Trump dijeron que las deportaciones a gran escala son necesarias después de que millones de inmigrantes cruzaran ilegalmente durante la presidencia del expresidente Joe Biden.
En su discurso de investidura en el Capitolio de Estados Unidos, Trump dijo que personas «de todo el mundo» habían entrado ilegalmente en Estados Unidos, y que el gobierno estadounidense «se ha negado a defender las fronteras estadounidenses» en los últimos años.
«Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal (…) y comenzaremos el proceso de devolver a los extranjeros ilegales criminales» de donde vinieron, dijo, y añadió que enviará tropas a la frontera sur para repeler la «desastrosa invasión» a Estados Unidos.
Trump también dijo que emitirá otras órdenes contra la inmigración ilegal, incluida la invocación de las Leyes de Extranjería y Sedición de 1798 y la declaración de los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Otras medidas que tomará incluyen poner fin a la práctica de «captura y liberación», que les permite a los inmigrantes ilegales entrar en Estados Unidos para solicitar asilo.
A principios de 2022 había en Estados Unidos unos 11 millones de inmigrantes ilegales o con un estatus temporal, según una estimación del gobierno estadounidense, una cifra que algunos analistas sitúan ahora entre 13 y 14 millones.
Regreso de inmigrantes antes de su llegada
También el lunes, el subjefe de gabinete de Trump para política advirtió que los inmigrantes ilegales que pretendan entrar en Estados Unidos no deberían hacer el intento.
«Todos los extranjeros ilegales que pretendan entrar en Estados Unidos deben dar marcha atrás ahora. Cualquiera que ingrese a Estados Unidos sin autorización enfrenta enjuiciamiento y expulsión», escribió Miller, quien desde hace tiempo busca tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal.
El lunes, la administración Trump también confirmó que puso fin a la aplicación CBP One y canceló todas las próximas citas para inmigrantes ilegales que habían intentado ingresar a Estados Unidos a través de los puertos de entrada.
«A partir del 20 de enero de 2025, las funcionalidades de CBP One™ que anteriormente les permitían a los extranjeros indocumentados enviar información anticipada y programar citas en ocho puertos de entrada de la frontera suroeste ya no están disponibles, y las citas existentes fueron canceladas», dice el comunicado, antes de pedirle a la gente a ponerse en contacto con la oficina de asuntos públicos de la agencia.
Es probable que las órdenes de Trump sobre inmigración sean impugnadas por grupos como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que ha dicho que lanzará demandas. Tras el comentario de Trump sobre el envío de tropas a la frontera en noviembre, la ACLU señaló que se actuaría en contra de ese mandato.
«Mientras preparamos litigios y creamos cortafuegos para la libertad a través de los estados azules, también debemos hacer sonar la alarma de que lo que está en el horizonte cambiará la naturaleza misma de la vida estadounidense para decenas de millones de estadounidenses», dijo la ACLU en un comunicado en ese momento.