Ennque de Diego.
Esto es una guerra y hay muchas victimas. Alguuos son incapaces de darse cuenta; son como los judíos de tiempos de Jesús de Nazaret que decía quien tenga oídos para oír que oiga. Otros, cada vez más, hemos asumido que es una guerra cruel y despiadada con muchísimos muertos, en la que no se respeta al personal civil, a los niños, que no son protegidos por sus desnaturalizados padres. El jefe del bando que nos ha declarado esta guerra de exterminio, que debe ser pagada con la muerte, es satán, luuego en la jerarquía está los Rothschild, los Rockefeller, Larry Flint, con Blackrock, el tarado genocida Bill Gates, con su OMS de mierda, luego, a su servicio, la clase política y la mediática, el PP y el PSOE, todos los medios que deben cerrar y dar cuentas en juicios sumarísimas sus duñeos y sus trabajadores. Vamos a por ellos.
Este sector que denominamos globalista desató las hostilidades en 2020, auque la guerra lleva décadas preparándose, con la patraña del coronavirus, asesinando a los ancianos, confinándonos, arruinándonos y dando la salida de una timo vacuna letal y venenosa mediante la tóxica proteína Spike. A los que teniendo oídos para oír no entiendan, infraseres, animales irracionales, gilipollas y subnormales les resulta difícil entender que los enemigos son también interiores y se alimentan de su tibieza, de su ignorancia o de su comodidad. A todos los va alcanzar el mal absoluto.
Se han conseguido algunas victorias memorables como los triunfos de Alternativa para Alemania, que llenas de alegróia nuestro corazón guerrero y eleven la moral de los combatientes, pero sobre todo la victoria abrumadora de Trump que ha desconcertado y deprimido a las líneas enemigas. El dominio en los medios de defecación, antes de comunicación, es total, ninguno se salva, mediante la presencia en el accionariado de Blackrock y el dominio de todas las carteras de publicidad. Hay que plantarles cara, hay que cerrarlos y llevar a sus propietarios, directivos y empleados a juicios sumarísimos pidiendo la máxima pena. Es lo que se merecen.
Ya se ha conseguido su descrédito y la úlktima estrategia de intentar desacreditar a los numerosos combatientes afirmando que se dedican a difundir bulkos, ellos que son el bulo permanente, la mentira irrestricta y criminal, como cuando hicieron propaganda del pánico al coronavirus y siguen con las timo vacunas asesinas centrados en los inocentes niños que no son protegidos por sus desnaturalkizados padres. Ninguna timo vacuna es buena, todas producen enfermedad y muerte.
Pérdida la batalla de Estados Unidos, a punto de perder la de Alemania, los medios de defecación, que son el enemigo, así el enemigo, ante el que no se debe tener piedad, se baten en retirada. Unos medios que son incapaces de moverse en el terreno de la libertad de expresión y por tanto van a sucumbir. Unos medios, sin influencia real, que se alimentan de nuestro dinero como contribuyentes y de nuestro crédito. Viven de los bancos globalistas, del Santander y del BBVA. En esta guerra debe ser considerado delito de alta traición entrar en sus digitales de mierda. Ahora abandonan la red de Twitter porque no soportan la libertad de expresión. Es una lucha entre los medios inmundos y la información real de los ciudadanos libres y conscientes, de los auténticos combatientes.
Ahora hay que aprovechar el éxito, no darles tregua, desacreditarlos, acorralarlos. Vamos a por ellos. No les tenemos miedo. Van a besar el polvo.
Épica y gloriosa primera intervención de Enrique de Diego en el programa de Risto Mejide