Enrique de Diego.
Soy de los que pienso que la victoria de Donald Trump no es el efecto de una sola persona, sino el catalizador de una corriente profunda y emergente que ha despertado ante los efectos terribles de la dictadura woke, que en Alemania tiene dos patas. la CDU y el SPD.
Alemania tiene problemas irresolubles: la desindustrialización galopante que ha desmantelado una de las industrias más exitosas y que viene marcada por el cierre de un tercio de las fábricas de Wolkswagen; la sustitución de la población autóctona por una inmigración islámicas agresiva; y todo el entramado de estupideces woke.
De los tres poroblemas tiene la mayor parte de la culpa la CDU que es el partido que sostiene a Ursula von der Leyen y que en todo lo fundamental ha seguido las mismas políticas del SPD. La invasión islámica de Alemania empezó con Ángela Merkel. La desindustrilización, que ha llevado a Alemania a que enlace dos años seguidos de recesión tiene sus raíces en las políticas nefastas de la CDU, una escoria globalista.
La farsa política alemana se basa en dos partidos, la CDU y el SPD, que cubren todo el espacio político de derecha e izquierda, pero esta periclitado por el globalismo, en el que ambos dos militan. Entonces juegan al cordón sanitario para que parezca que el voto de Alternativa para Alemania no vale nada, no valdrá nada, pero al globalismo se le acaba la pantomima criminal y genocida.
Pido a nuestros numerosos lectores alemanes de Rambla Libre que apoyen decididamente Alternativa para Alemania en las próximas elecciones, anticipadas. AfD es el único partido honorable que ha sabido, ha tenido la inteligencia y el coraje, de enfrentarse en el 2020 a la dictadura sanitaria genocida que desde la OMS, con la complicidad de toda la clase política europea y toda la clase mediática, controlada por Blackrock, se trata de imponer. La CDU practicó el engaño criminal de las timo vacunas, con Ursula von der Leyen planteando la timo vacunación obligatoria.
La CDU y el SPD son intercambiables. Sólo Alternativa para Alemania representa un cambio real a la podredumbre de la política alemana y a su marcha hacia la decadencia y el tercer mundo. Alemania puede apuntarse al efecto Trump.