Enrique de Diego.
Mi «Letizia, satánica y adúltera», de venta en Amazon, es como un preludio a las fiestas luciferinas de Puff Didy. Quien haya leído el libro no le habrá pillado por sorprensa lo que sabemos y se va revelando sobre las fiestas orgíasticas de las degeneradas y depravadas escorias de Hollywood, el dominio satánico de la industria del entretenimiento, con todo de tipo de aberraciones entre las que se incluyen el asesinato ritual de niños, sobre esta terrible costumbre sanguinaria ya existen indicios, como los túneles existentes en la mansión de Diddy. que conectaban con otras mansiones de las llamadas celebridades. Y la aparición como el eslabón de todos los crímenes de Marina Abramovic, la bruja de mayor categoría, esa falsa artista premiada con el Princesa de Asturias, para vergüenza de todos los españoles, conn satán dominando la dinastía borbónica de Felpudo.
Letizia es la anécdota, con su satanimso de ambiciosa oportunista, y Jaime del Burgo, el simple tío que se la follaba, y sin palabra. Anécdota los dos. De hecho, un amigo mío muy inteligente defiende la hipótesis de que las folladas de Letizia por Jaime del Burgo, en Zarzuela, con el consentimiento de Felipe, son algo así como un peaje satánico, por lo sórdido, impuesto al Borbón por los poderes oscuros. No hay nada romántico en los cuernos con recochineo en pleno lecho conyugal. A mí no me interesan en sí las experiencias putiferinas de Letizia, ya digo, tan sórdidas, sino porqué la atea Letizia se ha iniciado en el satanismo, que es un odio a la Humanidad, una creencia invertida. Y porqué con el fervor de la iniciada le da un premio, definitivamente arrumbado de todo prestigio, a Marina Abramovic, esputos, vómitos, esqueletos, feísmo a raudales, consagrado como arte. Lo siento, pero satanás no tiene gusto. Ya lo pudo ver todo el mundo en el acto de apertura de los Juegos satánicos de París.
«Letizia, satánica y adúltera» es el preludio, el prólogo al gran capítulo, un anexo, titulado «El satanismo, como estado profundo, toma la escena». No son los tiempos en los que el gran escritor cristiano C.S. Lewis -amigo de Tolkien- escribía «Cartas del demonio a su sobrino» contándole la añagaza de que debían pasar desapercibidos para que los humanos no creyeran que existían, ahora, en los tiempos apocalípticos, satán, el vanidoso, el soberbio, el hjomicida, el padre de la mentira, y este es un mundo donde reina la mentira, creyéndose ganador, quiere ser admnirado. H0micida, por cierto, como en la plandemia del coronavirus, donde fue el reino de la mentira y el genocidio.
Letizia es la anécdota, la enjundia está en los Rothschild y los Rockefeller, satanistas confesos, los Windsor, con Carlos de Inglaterra, y luego la retahíla de celebridades del mundo del entreteniminento. La lista es larga, casi abrumadora, y la he reflejado exhaustivamente en «Letizia, satánica y adúltera» y coinciden casi todos con los asistentes a las «fiestas blancas» y a las «fiestas del terror» organizadas por Puff Diddy. Esta son como la praxis de «Letizia, satánica y adúltera»
Hace pocos días, en el programa Uncensored de Piers Morgan, la cantante Jaguar Wright declaró, a propósito del arresto de Sean Combs, que “durante cuatro años he estado gritando que no solo Diddy, sino que Diddy y Jay-Z son monstruos”. Bajo las persiones del matrimonio satánico Jay-Z y Beyoncé, y de sus abogados, la entrevista ha sido retirada y el presentador ha presentado sus disculpas lacayas. Pero a satán, el torpe, todo le sale mal, no sólo sus adeptos han sido descubiertos y Diddy ha sido detenido, sino que se ha descubierto un túnel en su mansión con indicios altamente perturbadores de asesinatos rituales de niños, para extraerles su sangre con dosis máximas de adrenalina. la sustancia denominada Adenocromo, que ya denunciara Mel Gibson. Y hay un vídeo donde están Jay-Z y Beyoncé practicando esos ritos horrendos. Pero algo está sucediendo, la gente está despertando y a Beyoncé seis millones la han dejado de seguir en Instagram. El satanismo tiene los días contados, los satanistas van a caer con estrépito.
Dice un amigo sabio que de mis tres últimos libros, «Bergoglio, el cojón del anticristo», «Letizia, satánica y adúltera» y «El virus woke», el que más se vende es «Letizia, satánica y adúltera» porque la gente interpreta que va de cotilleo. Creo que tiene razón. El libro se vende muy bien, extraordinariamente muy bien todavía. Me enorgullece haber dado un golpe fatal al satanismo y haber sido el primero. La detención de Diddy es otro golpe demoledor. Son satánicos y son todos los apoyos de Quemala Harris, que ha visto moverse el suelo bajo sus pies, en plena campaña electoral.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. Cristo es el Rey. Y San Miguel, príncipe de la Milicia Celestial, pisa la cabeza de la bestia. Ora pro nobis. Hagamos todo para la gloria de Dios.