Enrique de Diego.
Google ha organizado una sañuda cacería contra Rambla Libre, en la que quien va a perder va a ser la escoria globalista de Google, que me produce un inmenso asco. Primero fue la cancelación de Google Adsense, el monopolio publicitario en internet de la mierda de Google. Empezaron a descontar de la publicidad todas las páginas donde denunciábamos las timo vacunas y el genocidio en marcha, señal inequívoca de que están pringados en el crimen y tendrás que responder por él en juicios sumarísimos. Como no rectificamos nuestra línea, terminaron por suspendernos la cuenta publicitaria. Desde entonces tenemos una publicidad testimonial, pero el orgullo de luchar por una causa justa, sufrid persecución por ello y, al fin al cabo, como le dijo el castizo a Salvador de Madariaga, «en mi hambre mando yo». Paliamos el descalabro con la venta de mis libros en Amazon. Así que ánimo, a comprar «El virus woke».
Nos dimos de baja de Google Analytics, el medidor de audiencia. El publicitario me hizo ver que perdiamos un instrumento eficaz de medición, pero le respondí que para qué valía ya y que entrábamos en guerra con Google, una guerra que nos habían declarado ellos por informar de la verdad y no plegarnos a las criminales farmacéuticas.
Google nos ha eliminado también de Google News. Eso quiere decir que Rambla Libre no aparece en el buscador, donde nuestras noticias apaecían en el Top 5. Si pones la noticia y Rambla Libre entonces sí aparece, pero sí no pones Rambla Libre no aparece. Si Google fuera neutral enseñaría las noticias por criterios de audiencia, pero es la peor escoria globalista. Que Google nos reconozca nuestro eficaz trabajo censurándonos indica lo débiles que se sienten los asquerosos globalistas. Gran triunfo de Rambla Libre.
En lo más duro de la furibunda campaña de la plandemia mediática del timo y la farsa del coronavirus, recuerdo que emprendí la defensa de una señora de bien y una científica espléndida, la Catedrática María José Martínez Albarracín, que en las 4 primeras páginas del buscador Google aparecía con noticias denigrantes, en primer lugar mentiras al peso de Maldita y Newtral. En una semana, dimos la vuelta a la situación con noticias de Rambla Libre, siempre de fuerte impacto y de notable audencia que ocuparon los primeros espacios. Y recuerdo con la satisfacción con que llama a la Dra. Albarracín para decirle que se le había hecho justicia y la alegría con que ella recibió la llamada. Eso ya no es posible, pero lo fue en 2020 en lo más crudo del ataque. Si bien éste sigue, ya hemos empezado en todo el mundo la contraofensiva exitosa. Banzai!
En las elecciones en Turingia y Sajonia nuestra voz auténtica y disonante no aparece y el sistema se engaña con la monotonía de las plañideras del periodismo falsario, la peor cloaca, diciendo todos la mismas mentiras. ¿A quién quiere engañar Google? Es necesario destacar el esfuerzo increíble y heroico de Alternativa para Alemania que con toda la prensa en contra, identificandolos con el nazismo, han conseguido arrasar en Turingia y han quedado los segundos en Sajonia, provocando un terremoto en la política alemana y en Bruselas de descomunales dimensiones que el coro de furzias mediáticas trata de ocultar sin conseguirlo. Ya se verá más pronto que tarde. Lo mismo pasa en las elecciones de Brandeburgo donde se espera un triunfo sin paliativos y épico de Alternativa para Alemania, que va a cambiar toda la política desquiciada europea en emigración o mejor, en invasión con cargo al contribuyente.
Las espléndidas crónicas de Virginia Montes tendrían que aparecer en primer o segundo lugar, porque son muy seguidas, nuestra audiencia no hace otra cosa que crecer y crecer. Nuestros lectores, muchos de ellos alemanes, que tienen hoy una cita con la historia y las urnas en Brandeburgo, entran directamente a Rambla Libre porque damos una información veraz y sólida. Estamos en guerra y Google es el enemiigo. Gracias a todos los animosos y guerreros lectores.