A Su Excelencia Emmanuel Macron
Presidente de la República Francesa
Jueves 1 de agosto de 2024
Memoria de San Alfonso María de Ligorio, Patrón de los Confesores y de los Moralistas
Excelencia,
¡Que Dios le bendiga y le conceda la gracia de comprender la grave injusticia que ha cometido hacia los cristianos del mundo entero! Fue con gran alegría que nos preparamos para asistir a los Juegos Olímpicos de París y ver brillar el deporte y la cultura francesa. Desgraciadamente, el 26 de julio de 2024, quedamos profundamente consternados al comprobar que los organizadores de las Olimpiadas habían permitido a un grupo de homosexuales y transexuales utilizar la ceremonia de apertura para burlarse de la religión cristiana, utilizando una escenificación irreverente de la Última Cena del Señor Jesús. Pero hubo una segunda consternación: usted y los medios de comunicación franceses felicitaron a los actores de esta ceremonia blasfema.
Los hechos anteriores son realmente sorprendentes, dado que usted proclama que Francia es el país de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Es asombroso constatar que quienes están en minoría y exigen constantemente el respeto de su orientación sexual, en nombre de la libertad, son los mismos que faltan de respeto a la religión practicada, en nombre de esa misma libertad, por 2.400 millones de cristianos. ¿Verdaderamente no ve que esta ceremonia fue una falta de fraternidad hacia los cristianos que notaron que un elemento esencial de su religión (el Santísimo Sacramento) había sido objeto de una burla grotesca? Por eso, tras las disculpas del Comité Organizador Olímpico, esperamos las del Presidente de la República Francesa.
¿Ha pensado usted también en vivir una vida cristiana? Si se arrodilla humildemente ante el Santísimo Sacramento, comprenderá mejor el cristianismo. Es la religión de sus antepasados. Es la religión que ha moldeado positivamente su cultura, a través del derecho, la política, la ciencia y el arte. Es la religión que difunde el espíritu del amor y del perdón y rechaza la venganza. Es la religión definitiva querida por Dios para toda la humanidad. De hecho, Dios existe. La inteligencia nos lo dice cuando analizamos detenidamente las maravillas de la creación. Aunque los ateos piensen y estén convencidos de que Dios no existe, esto no afecta en absoluto a la existencia de Dios, porque Él no necesita del pensamiento humano para existir. ¡Que Nuestra Señora de Lourdes y San Alfonso le obtengan la gracia de hacerse cristiano!
Firmado por un grupo de católicos de todo el mundo que rezan por Francia y el Presidente Macron