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Zafio espectáculo en la apertura de los Juegos Olímpicos: Francia es una cochambre blasfema

Redacción




Reproducimos la crónica de Infovaticana:

Mucho se rumoreó estos días sobre si la inauguración de estos Juegos Olímpicos en Francia iban a pasar a la historia por su atrevimiento y originalidad y vaya si lo han cumplido.

Algunos políticos franceses como Marion Marechal ha pedido que no se mezcle al pueblo francés con los despropósitos vistos ayer a orillas del Sena: «A todos los cristianos de todo el mundo que ven la ceremonia inaugural y se sienten insultados por esta parodia drag queen de la Última Cena, sepan que no es Francia la que habla, sino una minoría de izquierda dispuesta a cualquier provocación», dijo la sobrina de Le Pen.

La realidad es que la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024 en París ha provocado indignación internacional con imágenes de figuras religiosas e históricas con temática drag queen. Niños bailando con homosexuales, drag queen y mujeres barbudas se han visto en los actos inaugurales de los Juegos Olímpicos de París.

Hubo varias actuaciones que giraron en torno a la historia y la cultura de Francia, como una María Antonieta sin cabeza, la última reina antes de ser ejecutada en plena Revolución Francesa, cantando con su cabeza cortada en las manos y luciendo un maquillaje de drag. Esta fue parte de las numerosas drag queens que parecieron ser un tema recurrente a lo largo de las ceremonias.

También hubo una actuación parodia incluyendo drag queens y una gran mujer con una corona de aureola, parodiando «La Última Cena», una pintura universalmente reconocible del artista renacentista Leonardo da Vinci de Cristo y sus apóstoles.

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Durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París también se pudieron ver proclamas a favor del «derecho al aborto» e incluso una imagen de un becerro de oro, símbolo por antonomasia de la masonería.

Reacciones mundiales contra la asquerosa ceremonia de Francia

El fundador de Tesla, Elon Musk, que compró la plataforma X, criticó la exhibición y dijo: «Esto fue extremadamente irrespetuoso hacia los cristianos».

Harrison Butker, un jugador de fútbol americano de la NFL que fue noticia por su discurso sobre la fe católica, citó las escrituras para condenar la exhibición, escribiendo: «No os engañéis, Dios no puede ser burlado. Porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra en su carne, de la carne también segará corrupción. Pero el que siembra en el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:7-8».

Obispos de Estados Unidos también han alzado la voz ante semejante aberración mundial. Monseñor Salvatore Cordileone, arzobispo de San Francisco ha denunciado que «el fundamentalismo secular se ha infiltrado ahora en los Juegos Olímpicos, hasta el punto de blasfemar la religión de más de mil millones de personas. ¿Harían eso con cualquier otra religión? Pido a todo nuestro pueblo que ore por el restablecimiento de la buena voluntad y el respeto».

El obispo Robert Barron se ha sumado a las críticas en la misma línea de Cordileone a través de un vídeo compartido en sus redes sociales en el que dice lo siguiente: “¿Se habrían atrevido alguna vez a burlarse del Islam de manera similar? Esta sociedad posmoderna, profundamente secularista, sabe quién es su enemigo (lo están nombrando) y deberíamos creerles”.

En España también son innumerables las críticas contra este evento y han llegado de ámbitos muy diversos como la política o el deporte. Uno de los que ha levantado la voz públicamente para denunciar el bochornoso espectáculo vivido anoche en París ha sido el presidente de la Liga de fútbol española, Javier Tebas que ha calificado el espectáculo de «inaceptable, irrespetuoso, infame». Tebas ha dicho que «usar la imagen de la Última Cena en los Juegos Olímpicos de París es un insulto para los que somos cristianos. ¿Dónde queda el respeto por las creencias religiosas?».