AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Instagram es el enemigo

Redacción




Javier de la Calle.

Facebook no consiguió calar entre los jóvenes, y los ingenieros sociales buscaron un sustituto con una cara más amable. Había nacido Instagram. El funcionamiento de la aplicación es el mal. Imágenes y vídeos cortos que se suceden y altas descargas de dopamina. Todo ello, amenizado por la música que imponen las discográficas. La aplicación quiere atraparte, para lo que mide las publicaciones en las que más tiempo se detiene el usuario, y de esa forma genera unas estadísticas inaccesible para cualquier mente.
El usuario expone su mejor cara en busca de una borrachera de Me Gusta, que sean su respaldo público. Años después de su lanzamiento, Instagram dio un salto con el lanzamiento de las historias, un contenido que solo dura 24 horas y que es la salsa de todas las fiestas.
Las reacciones a la historia, especialmente la llama de fuego, pueden dar alas al inicio de una conversación por mensaje privado que devenga en algo más. Instagram es el catálogo de juguetes de las mujeres, que examinan el perfil de sus pretendientes.
Este amable formato también incluye altas dosis de totalitarismo, como comprobó Donald Trump con su expulsión de la red social, o la eliminación de todas las publicaciones sobre la timovacunación. En sus amables sugerencias, Instagram ofrece dos tipos de contenidos: los que sabe que son del gusto del usuario para que pase más tiempo en la red social y aquellos que fomentan la ideología woke. Cerebros destrozados en favor de la causa. Instagram no me gusta.