Los intereses políticos apuntan a una III Guerra Mundial y desde 2020 estamos aceptando un creciente totalitarismo que la hacen más probable.
Es un hecho que Occidente está en decadencia y que ésta se acelera con el crecimiento de los países emergentes.
Por su parte, desde hace más de medio siglo los gobernantes de Estados Unidos están haciendo negocios continuamente promoviendo guerras.
Un par de meses después de que nuestro Presidente enviara a la Unión Europea su artículo “Los 6 decadentes”, el Banco Central Europeo ha advertido de una inminente crisis de deuda en Francia, Italia, España y Portugal.
Economistas relevantes de ambos lados del Atlántico están avisando de una inminente gran crisis económica.
Se dice que Ucrania está perdiendo la guerra con Rusia que Occidente sostiene.
En estas circunstancias es evidente que los intereses políticos de la OTAN, estadounidenses y europeos empujan a una confrontación bélica con Rusia en suelo europeo, así como que China apoyaría militarmente a Rusia, siendo devastador para los europeos.
En 2017, el think tank que preside nuestro Presidente, sabedor de esta situación prebélica, lanzó la petición STOP guerras, con la intención de recaudar firmas y de informar de la solución para evitarlo, una solución con precedentes en las Cortes de Cádiz de 1823 y en una propuesta de enmienda constitucional en Estados Unidos de 1916.
El partido político Progresistas contra la corrupción considera que no podemos dejar que la metamafia política destruya nuestras vidas, por lo que relanza esta petición que puede encontrar aquí y que también está en otros idiomas.