De manera espontánea, las gentes, las buenas gentes, se han puesto a rezar el Santo Rosario ante la sede de Ferraz o en las Plazas de Barcelona para pedir por la unidad de España amenazada y por la deriva que está tomando. El Santo Rosario es un arma poderosa. Reproducimos lo que cuenta Sor Emnanuel Maillard, una monja muy unida a Medjugorje, en su libro «El Niño escondido de Medjugorje», en el capítulo «¿El Rosario o los comunistas?»:
Muchos son los casos en la historia en que el Rosario ha obrado con fuerza. Todos conocemos la victoria de Lepanto que frenó la invasión turca de Europa. He aquí otro ejemplo más cercano a nosotros.
Después de la guerra 1939-1945, Austria fue dividida en cuatro zonas de ocupación y los soviéticos ocupaban la parte este del territorio. Viena, la capital del país, también estaba dividida en cuatro. Al cabo de tres años de ocupación soviética…¡los austriacos estaban hartos! Pero ¿qué podían hacer siete millones de austriacos contra doscientos veinte millones de enemigos?
Barcelona. Una multitud reza por la unidad de España frente a las amenazas que está sufriendo el país.pic.twitter.com/HL9AN6y35d
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) November 18, 2023
El padre Peter Pavlicek recordó entonces la victoria de Lepanto cuando, milagrosamente, don Juan de Austria hizo retroceder a los turcos con el simple rezo del Rosario en una desproporción de uno contra tres. Y lanzó la siguiente estrategia, conocida bajo el nombre de Rosenkranzsühnekreuzzug (cruzada del arrepentimiento y del Rosario).
El 19% de los austriacos, es decir 700.000 personas, debían comprometerse a rezar diariamente el Rosario por la retirada de los soviéticos. 500.000 se unieron al llamamiento. Y durante siete años, rezaron el Rosario. Esta acción se convirtió en un acontecimiento público: en 1954, 60.000 fieles desfilaban por las calles de Viena orando incluso con la participación de miembros del gobierno, que al mismo tiempo realizaban negociaciones con las potencias de ocupación, con miras a la liberación del país, Las negociaciones concluyeron en un Tratado, firmado el 25 de mayo de 1955, que estipulaba el retiro de todas las tropas de ocupación, ¡acontecimiento único de la historia de la posguerra!
Al regresar de la última ronda de negociaciones en Moscú, el canciller austriaco Julios Raab declaró: «¡Dios nos ha ayudado!» Los soviéticos habían abandonado el país efusión de sangre.
En efecto, ¡hasta el día de hoy, los historiadores y los estrategas militares siguen sin comprender cuál fue el motivo que impulsó a los soviéticos a dejar el país! Austria era para ellos el país soñado, excelentemente situad en el plan estratégico, una puerta de acceso al oeste, una tierra muy fértil…El enigma continúa aún en pie.
En 1962, el padre austriaco A. William, se lo preguntó a la famosa mística estigmatizada, Teresa Neumann, tres meses antes de su muerte:
- Es verdad -respondió ella-. ¡se debió al Rosario del pueblo austriaco!
Este Rosario obtuvo mejores resultados en Austria que los Combatientes de la Libertad en Hungría, donde se produjo un baño de sangre de veinticinco mil inocentes…
¡El Rosario es más efectivo que las armas de los hombres! ¿Por qué no rezarlo en lugar de contar con los políticos cuya efectividad es incierta? ¿No urge acaso detener de inmediato la injerencia del enemigo en el seno de nuestras familias, de nuestros países, en el mundo entero? Si fue necesario el rezo del Rosario cotidiano de quinientos mil austriacos durante siete años para poder finalmente expulsar a los soviéticos fuera del país, ¿cuántos compatriotas nuestros deberían rezar hoy para liberar a nuestros países y permitirle a la Reina de la Paz que realice su plan de Paz en ellos?