Enrique de Diego.
De todos los establecimientos el más inútil, el único inútil son las farmacias y, por ende, los farmacéuticas que son el último eslabón de la farsa montada por los satanarios como expendedores de los productos infames e in servibles de las farmacéuticas, alimentando un negocio nocivo para la salud. Antiguamente las boticas hacían sus productos propios basado en plantas medicinales, aunque alguno fuera tan deleznable como la coca-cola. En sentido estricto, los farmacéuticos son parasatanarios.
Pero hete aquí que quieren ser directamente satanarios. Alba Soutelo, en calidad de presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra dirigió una solicitud, en 2015, a la Xunta de Galicia una solicitud de que las farmacias pudiera timo vacunar contra la gripe, de esa manera se conseguiría una mayor cobertura, y en declaraciones a la escoria globalista La Voz de Galicia hacía votos, el 1 de diciembre de 2017, porque «antes o después las farmacias (tomo) vacunarán contra la gripe».
Si tenemos en cuenta que según la Catedrática María José Martínez Albarracín, «no hay evidencia científica de que ninguna vacuna ayude a prevenir ninguna enfermedad», y la de la gripe menos que ninguna, por cuanto cada año muta en sus cepas, Alba Soutelo quería llevar la inutilidad de las farmacias a su paroxismo. Su hiperactividad de parasatanaria la llevó, y se hace lenguas en su obituario, a colaborar fervorosamente con la Consellería de Sanidade en los tiempos de la mentira de la plandemia.
Pero hete aquí que Alba Sotelo «morreu» y ya no podrá hacer más daño. Las crónicas dicen que de una grave enfermedad que se le disparó en poco tiempo. Una víctima más de la repentinitis que asuela el mundo. ¿Turbo cáncer quizás? Esperemos que haya podido poner su alma en orden porque ya está ante el Juicio de Dios donde tendrá que dar cuenta de su vida inútil y perniciosa.