Enrique de Diego.
En el momento del ataque cruel y despiadado de los globalistas a la Humanidad ésta ha resistido, en buena medida, merced a científicos como la Catedrática María José Martínez Albarracín que no se han doblegado y se han confrontado contra la mentira de las timo vacunas covid, que ha sido la «solución final». Entrevista a fondo sobre el sentido de la ciencia, su secuestro y prostitución por los globalistas, y la generalización de todas las timo vacunas -gripe, tosferina, polio…- con la tecnología letal ARNmensajero:
– Hay una frase suya que me ha impresionado: “la ciencia ha sido secuestrada”…
R.- Evidentemente ha sido secuestrada. Por definición, la ciencia positiva es racional, abierta, debe contrastar siempre la hipótesis nula y la hipótesis alternativa, pero determinadas instituciones se han arrogado el derecho de decidir qué es ciencia y que no lo es, recurriendo a cualquier tipo de mecanismo manipulador para ello (comprar personas y estudios, bloquear los que no interesan…) y finalmente, apoyándose en una descarada propaganda basada en consignas, distribuida por los grandes medios y sin necesidad de aportar pruebas ni evidencias, se convierte en una idolatría, en una religión sin Dios y llena de fanatismo.
Estamos cansados de ver que basta la opinión del experto de turno (por cierto siempre los mismos) perteneciente al club = institución determinada, para que eso sea palabra de dios.
– Ese secuestro de la ciencia impresiona…La ciencia está siendo utilizada para matar, porque ellos usan la ciencia, pero no la Verdad.
R.- Los genocidas usan cualquier medio a su alcance. La pseudociencia manipulada es una excelente manera de convencer a los incautos de que pidan y se administren los venenos que los dañarán y matarán, creyendo que son la “única manera” de protegerse de enemigos imaginarios.
En cuanto a la Verdad, eso son palabras mayores. No vale mi verdad ni tu verdad sino la VERDAD con mayúsculas, que es una. Y la ciencia positiva, en el mejor de los casos, solo es una aproximación a la Verdad.
Ciencia prostituida al dinero y al poder
– La ciencia está subyugada al poder y al dinero. Se ha convertido en cortesana del reino de la mentira.
R.- La ciencia que es publicitada y la investigación puntera que son las “secuestradas”, porque cualquier otro tipo de investigación que sea realmente beneficiosa es sistemáticamente suprimida, sí están prostituidas y vendidas al dinero, al prestigio y al poder. Cuando este poder es maltusiano y considera que la peor plaga es la propia humanidad, es inevitable que la doblez, la hipocresía y en definitiva, la mentira sean su leit motiv.
– La salud y los miedos han sido utilizados contra la gente…
R.- Evidentemente. Se genera una amenaza letal y se vende la solución. Solo que esta solución: la vacuna covid, ha sido “la solución final”.
También se ha aprovechado esta emergencia artificial para suprimir leyes y derechos, dar un paso adelante en el establecimiento del control digital: pasaportes covid, e implementar la terapia génica en las nuevas vacunas de ARNm.
La propaganda se dirige a la emoción, no a la razón
– Cuando se han levantado los auténticos científicos, los que buscan la Verdad y el Bien, pienso en Luc Montagnier, y usted misma ha sido objeto de una campaña de vilipendio.
R.- En relación a lo que estoy explicando, cualquier científico que se atreva a disentir del discurso institucional, que no científico, es considerado por las instituciones que manejan el relato como enemigo y debe ser neutralizado por todos los medios posibles. Esto es lo más anticientífico que pueda imaginarse, porque la ciencia está ineludiblemente abierta al debate y a nivel moral y legal es incluso delictivo. Pero ya se sabe, la propaganda se dirige a la emoción, no a la razón y el ataque ad hominem es el recurso de la carencia de argumentos y de la mentira.
– Las farmacéuticas han cometido genocidio. En un vídeo Albert Bourla, el CEO de Pfizer, dice que, reunido con sus ejecutivos, van a conseguir reducir la población mundial en el 50% y lo van a hacer en 2023…
R.- No lo he visto. Pero desde luego el negocio de las farmacéuticas no es la salud sino la enfermedad.
«Un negocio que depende de que las personas estén enfermas no tiene interés en que no lo estén»
– Ha llegado el momento de acabar con el mito de las farmacéuticas porque, en realidad, ese inmenso negocio es un negocio de muerte y de dolor; la mayoría de lo que llamamos medicamentos no curan nada, solamente empeoran al adicto a la alopatía.
R.- Efectivamente, un negocio que depende de que las personas estén enfermas no tiene demasiado interés en que no lo estén. Lo ideal para dicho negocio es obtener un consumidor universal y constante a lo largo de toda la vida del individuo, por lo que las vacunas son su fármaco predilecto y los críticos llamados peyorativamente antivacunas, sus principales objetivos a destruir.
Por este motivo a los niños cada vez se les ponen más vacunas y más pronto, sin tener en cuenta que su sistema inmune no está maduro hasta el año de edad y el sistema nervioso es muy vulnerable hasta los dos años. Actualmente y con la recomendación de vacunar a los bebés y niños de la gripe: una vacuna inútil y peligrosa, que a pesar de estar inoculándose alrededor de un siglo no ha conseguido mitigar en nada las epidemias de gripe, las pobres criaturas pueden ser acribilladas durante todos los años de su vida. Sin descanso.
– Ahora se las ven y se las desean para explicar el misterio de la sobremortalidad y rechazar que la gente piense lo obvio, que es por causa de las timo vacuna.
R.- Hacer uno o varios estudios epidemiológicos que pongan de manifiesto si esa sobremortalidad es debida a las vacunas covid es muy sencillo. Todas las evidencias conducen a ello, a que son la causa de dicha sobremortalidad ya que la correlación estadística es espectacular, de manera que los países más vacunados tienen la mayor mortalidad, pero las autoridades sanitarias, es decir, las instituciones y sus cabezas visibles se niegan a ello porque es demasiado fácil de demostrar, si el pueblo ignorante y los sanitarios cómplices no lo exigen, seguirán adelante con la apisonadora global, achacando esta mortalidad a lo más inverosímil.
– Usted es testigo, usted, Catedrática Albarracín, lo dijo desde el principio, lo dijo antes, que las timo vacunas son armas biológicas pensadas para matar o, eufemísticamente, para eliminar población.
R.- En un somero estudio que ya publiqué en marzo de 2021 con el aval de numerosos médicos y biólogos ya expliqué las principales evidencias científicas que hacían sospechar la inutilidad y los peligros de las vacunas covid, especialmente de las génicas. Posteriormente se ha publicado numerosa información que no deja lugar a dudas de que el SARS-CoV-2 y su proteína espiga, que es en la que se basan todas las vacunas covid, son un engendro de laboratorio, estudiado y manipulado durante décadas con procedimientos de ganancia de función para convertirlo en un arma biológica. Dichos estudios han sido financiados por agencias estatales de Estados Unidos (DARPA) a través de los NIH, el NIAID de Fauci y la empresa EcoHealth Alliance de Peter Daszak, en USA y en China.
– Ponernos un chip, cambiar el genoma humano, eso está en las hemerotecas, son ellos quienes los han dicho, que ese es su objetivo.
R.- Es fácil de investigar, no se han ocultado y aunque disfrazado con palabrería eufemística, es fácil contrastar lo que en realidad dicen y quieren hacer. Léase la Agenda 2030.
– No les ha salido, pero van a seguir intentándolo pues tienen a los políticos y a los medios, al coro de los periodistas, comprados, y no van a cejar. O acabamos con ellos o acaban con todos nosotros…
R.- La pandemia covid no ha salido tan bien como esperaban porque, afortunadamente, todavía hay personas con conciencia y científicos decentes, pero es obvio que no van a dar marcha atrás, ya lo hemos visto en las conclusiones del G20 que ha decidido mantener los pasaportes sanitarios. Tenemos además pendiente, la amenaza del Tratado de Pandemias para 2024, que otorgará a la OMS poderes soberanos sobre los estados para decretar, cuantas medidas considere oportunas, para controlar las supuestas pandemias que se organicen cuando los que mandan en la OMS así lo decidan.