Enrique de Diego.
La Catedrática María José Martínez Albarracín no es partidaria de vacunar a los niños; el exceso de vacunación «siempre va a provocar un descalabro al sistema inmune y al sistema nervioso en maduración».
– ¿Debemos optar por no timo vacunar a los niños de nada?
R.- La especie humana ha sobrevivido con extraordinaria pujanza miles de años sin vacunas y sin medicamentos químicos. Y no se morían pronto, como nos han querido hacer creer mediante la infausta propaganda. Ahí tenemos p. ej a los espartanos y a los guerreros de la antigüedad, mucho más fuertes que los humanos actuales. Y existen aún poblaciones longevas que no han sido contaminadas por el modo de vida artificial e insano de Occidente.
Yo no soy partidaria de vacunar a los niños si se han gestado, parido y amamantado correctamente. Como eso es poco habitual, la decisión de vacunar debe ser una cuestión de responsabilidad parental pero, en cualquier caso, aconsejaría a los padres que se informen bien y no se dejen presionar por los pediatras desinformados, porque las vacunas actuales recombinantes son cada vez peores y cultivadas en células de aborto fetal, muchas de ellas. El exceso de vacunación y la vacunación antes de los dos años, siempre va a provocar un descalabro al sistema inmune y al sistema nervioso en maduración. Además, es imprescindible descartar determinados marcadores genéticos en el infante que supondrían una mayor susceptibilidad a los efectos adversos vacunales como el autismo y la diabetes tipo I o el lupus vacunal.