Jeremy Chardy es un tenista diferente, peculiar, capaz de renunciar a su último Roland Garros para intentar hacerlo bien en su última aparición en Wimbledon.

El galo, el 542 de las listas ATP, jugó Queen’s como antesala de Wimbledon, entre otras cosas porque ahora tiene fijada su residencia en Londres.

A sus 36 años, soñaba con un gran final a una carrera con un único título, en Sttutgart (tierra batida)Chardy supo el pasado viernes que el que puede ser su último partido en el grande de la hierba será el martes contra Carlos Alcaraz, el primer favorito del cuadro.

La parte final de la carrera del veterano tenista francés ha estado condicionado por el efecto negativo que le produjo la vacuna de Pfizer, contra el coronavirus, que se puso entre los Juegos de Tokio y el US Open, en 2021.

«Desde que me vacuné, tengo un problema y estoy luchando contra ello. De repente, no puedo entrenar, no puedo jugar«, explicaba Jeremy, que paró algo más de un año al sentir un dolor en todo el cuerpo que no le permitía competir a nivel profesional.

Perdió todo sus puntos aunque entra en los torneos con el ranking protegido. Su regreso a la competición fue en el pasado Open de Australia de 2023, con derrota en la segunda ronda frente a Daniel Evans. Perdió los otros tres partidos disputados en el presente curso: Hugo Gaston (Mutua Madrid Open),. Lorenzo Sonego (Roma) y McDonald (Queen`s).