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La cacicada mayúscula de Bergoglio contra un profesor de Gaztelueta puede terminar en el Tribunal de Estrasburgo

Redacción




Reproducimos la crínica de Infovaticana sobre este latrocinio: A dos días del estreno del controvertido documental que emitirá Disney con el Papa Francisco, el ex profesor de Gaztelueta, José María Martínez, cuenta su historia en un blog.

José María Martínez, ‘Chema’, se reafirma en declararse inocente y relata el calvario vivido durante todos estos años en donde ha sido condenado a dos años de cárcel por el Tribunal Supremo y ha llegado a padecer un cáncer debido a toda esta situación. Pero vayamos por partes.

Toda esta campaña comenzó cuando El Correo, medio vasco, inició su batalla particular contra el colegio Gaztelueta. Hay que señalar, que detrás de este medio está la oligarquía vasca próxima a Patxi López e Isabel Celáa, quienes abogan por el fin de la educación diferenciada. Desde el comienzo de este caso, interesadamente mediatizado, las informaciones fueron filtradas a El Correo.

Los ‘personajes’ destacados en el juicio

El juez Alfonso González Guija, fue quien condenó a Chema a 11 años de cárcel cuando en aquel momento la Fiscalía solicitaba tres años y la familia diez. González Guija durante este tiempo ha tenido que enfrentarse a varios juicios contra algunas de sus ex mujeres y ha sido condenado por conducir ebrio.

En el juicio contra el ex profesor de Gaztelueta y numerario del Opus Dei, fue también determinante el papel que jugó el psiquiatra Iñaki Viar para que se condenase a José María Martínez a once años de prisión. Iñaki Viar fue el encargado de analizar y estudiar a Juan Cuatrecasas y reafirmó la versión que ofreció el joven. A pesar del informe favorable de Iñaki Viar, quedó demostrado que Cuatrecasas sufrió episodios de alucinaciones. Iñaki Viar fue condenado a 20 años de cárcel por pertenecer a la banda terrorista ETA y colaborar en la colocación de una bomba sin víctimas, pero salió de prisión gracias a la ley de amnistía de 1977.

En este proceso, también es relevante destacar el papel de Leticia de la Hoz, abogada de la familia Cuatrecasas. Fue ella misma quien en una entrevista en La Nueva España el 6 de octubre de 2015, fue la que tuvo la idea de instrumentalizar al Papa para sus intereses en el caso: “Nos pareció que una carta al Papa podía ser un buen medio de denuncia”.

Fuentes próximas a la defensa de Chema, explican a InfoVaticana que las cintas grabadas en donde se escucha la declaración de Juan Cuatrecasas se observa como balbucea y no era capaz de responder con claridad a lo que le preguntaba la Fiscal. Era su abogada quien iba completando las frases del propio Juan.

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El Inspector de Educación de la consejería de Educación del País Vasco dijo que nada de lo que afirmaba Juan pudo ocurrir en aquel despacho del colegio Gaztelueta.

El paso de Cuatrecasas por Gaztelueta y el inicio del calvario

El joven Cuatrecasas llegó a Gaztelueta porque sus padres querían que fuese al mejor colegio de la zona. La realidad, es que Juan no era de notas brillantes tal y como pretendía su padre y sacaba notas regulares. Además, repercutía negativamente sus continuas faltas a clase por temas médicos ya que tomaba ansiolíticos desde los diez años.

La relación entre profesor y alumno fue cordial desde el primer momento. Vistas las dificultades que tenía Juan en el colegio, Chema le prestó más atención para ayudarle a salir adelante con los estudios. La relación de Chema con la familia Cuatrecasas era fluida hasta el punto de que cuando Juan fue operado de apendicitis fue a verlo junto con otros compañeros de él. El profesor, llegó incluso a comer un par de veces en casa de los Cuatrecasas.

Al no conseguir los resultados académicos que deseaba, el padre decidió cambiarle de colegio. Fue aquí cuando se desata la tormenta. Unos alumnos del colegio Gaztelueta se dedicaron a hacer ciberbullying a Juan cuando se cambió de colegio.

La familia denunció a ocho alumnos del colegio Gaztelueta. Finalmente, la fiscalía de menores condenó solo a dos de ellos a hacer una redacción sobre el acoso. Los padres de los menores que habían acosado a Juan quisieron reunirse con la familia Cuatrecasas para disculparse a lo que la familia de Juan no accedió.

No quedando satisfechos con esta condena a los dos menores por hacer bullying a su hijo, el padre acudió al colegio en 2011 para señalar a un nuevo objetivo: José María Martínez, quien fue su tutor en el colegio durante el curso 2007/2008. La familia Cuatrecasas señaló al profesor como abusador. Se investigó por parte del colegio y de la consejería y se llegó a la conclusión de que no había ocurrido nada.

Ya en 2015, es cuando El Correo filtra una cascada de acusaciones falsas contra José María Martínez y llega la denuncia.

Inicio de la investigación de la Iglesia

A nivel canónico, acudió al colegio para investigar lo sucedido el sacerdote Silverio Nieto. Nieto fue presentado por Religión Digital –la web que ha actuado como portavoz de la familia–, como el gran azote contra la pederastia eclesiástica en España. Era una persona implacable y de notable experiencia en estas situaciones. Ese diario digital escribió el 14 de octubre de 2015: “Silverio Nieto les sometió a un exhaustivo interrogatorio sobre el caso. Tanto al padre como al chaval. Un interrogatorio de dos horas y media. A fondo y sin piedad. Silverio preguntaba y Rafael Felipe [el notario] tomaba notas en su ordenador”.

Tras el veredicto de Silverio Nieto dando la razón al profesor y pidiendo que se restableciera el buen nombre de José María, la familia monta en cólera contra él y pasa a ser un encubridor más y tacharon el proceso de informal y poco consistente.

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Reapertura de la investigación por orden del Papa

La reapertura de este caso nace fruto de la grabación del polémico documental del Papa Francisco con Disney, por la productora de Jordi Évole en verano del 2022. En septiembre es cuando llega la reapertura del ‘caso Gaztelueta’ con el fin de «depurar responsabilidades y sanar heridas». Esta reapertura canónica del caso, fue publicada primero por medios afines antes incluso de tener conocimiento la defensa del profesor.

Antes de la reapertura de la investigación de este caso contra José María Martínez, el Papa Francisco escribió una carta a Juan Cuatrecasas diciéndole que no se preocupase por nada. El Papa dejó claro en la reapertura del proceso que Juan no iba comparecer y no iba a ser sometido a ningún análisis ni estudio médico.

El Papa Francisco tomó la inusual decisión, como legislador universal de la Iglesia, de investigar canónicamente a un laico, de juzgar por segunda vez un hecho ya juzgado por la justicia ordinaria y por ‘pasar’ del principio de irretroactividad, cosa básica y elemental de cualquier estado de derecho con un mínimo de garantías. Estos acontecimientos han provocado que la única salida que le quede a José María sea la de acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.

Mientras tanto, como ya adelantó Religión Confidencial, Chema no acudió a la citación con el obispo de Teruel, José Antonio Satué quien en su momento intentó coaccionar al profesor haciéndole ver que lo mejor es que pida perdón y reconozca lo que Juan dice que hizo con él.

A la citación acudieron los abogados del profesor que pudieron ver el decreto firmado por el Papa en el que ordena la investigación canónica contra este laico, miembro del Opus Dei. Aunque había partes interesadas en que la condena canónica fuese antes de Semana Santa, parece que se va a demorar en el tiempo. José María Martínez Sanz se defenderá hasta el final y hasta las últimas consecuencias, según ha podido saber InfoVaticana.