Enrique de Diego.
Mi analista de medios de comunicación preferido, porque siempre está bien orientado y me orienta bien, me comenta el cierre total de 7nn: «Lo que hablamos, que estaban KO y que no iban a aguantar. También te digo que pensaba que, por lo menos, hasta final de año iban a seguir, pero ni esas. 7NN fue un modelo de negocio caducado antes de empezar.
«Es que era de libro, Enrique:
1) Desde hace tiempo, la gente NO elige la televisión para informarse. La televisión solo se enciende como entretenimiento.
2) Los canales de infonoticias 24 horas nunca han funcionado en España: 24 horas de RTVE, ultradeficitario. CNN España, quiebra. Los canales con mucho peso de las noticias (véase la antigua Intereconomía TV o LDTV), tampoco han funcionado.
3) Es un modelo finiquitado en el mundo. Solo funcionan algunos, muy especializados, tipo Bloomberg. Hasta Fox News se está reinventando en formato (y eso que su audiencia es mundial). RT y similares, funcionan a fondo perdido, que sufragan sus gobiernos.
4) Ahora la gente se informa por prensa digital, redes sociales y YouTube. No hay más (ni menos).
5) Si a todo esto le sumas gente incompetente como Marcial Cuquerella (qué te voy a contar de su gestión al frente de Intereconomía TV), Jaime Alonso de la Fundación Francisco Franco y tal, pues tienes el fracaso más absoluto.
Adenda: ¿Te acuerdas de tu frase «pilla pilla presupuestario»? Eso es lo que practica la gente del Yunque. Abrazo!»
Aquí tres cuestiones: a) lo inútiles y cerrados que son los del Yunque, que los hace inoperantes y estériles; b) el boicot publicitario que es real y que obliga, como explique hace bien poco, a cierto heroísmo; c) la muerte de la televisión.
Me centro en el tercer punto y, en efecto, percibo que la abrumadora manipulación que perpetraron todas las televisiones al unísono, comandadas todas por el globalismo de Black Roc y Vanguard, que llevo al cruel gerontocidio para dar la salida a la timo vacunación masiva y su enorme letalidad en forma de repentinitis, con bufonadas miserables como el aplauso a las ocho o las ruedas de prensa diarias de Fernando Simón han significado el canto del cisne y la muerte de la televisión, la pérdida absoluta de credibilidad y la fuga hacia las redes sociales y los youtubers, y odysee y tiktok y twitch.
Una opción es abrir la caja tonta a ese mundo, donde anida el auténtico periodismo, pero se traicionaría a sí misma, pues está a las órdenes de la mentira satánica y el globalismo. Esa podía haber sido la opción de 7nn. Hubiera dado mucho juego ahí el Colin Rivas Show o Rubén Gisbert. Disidencia en estado de puro, lejos de cualquier control.
Pero la pantomima de 2020 ya no es posible. La resistencia se ha hecho capilar, ha combatido la censura de Facebook o Youtube, buscando otras redes alternativas, han surgido un sinfín de iniciativas informativas, de forma que el monopolio globalista se ha roto hecho añicos y ha caído en el descrédito del que no se levantara. La búsqueda del entretenimiento no es una virtud sino una necesidad, porque su pútrida información no tiene crédito, y como entretenimiento también es un fracaso. Ahí están las bajas audiencias de Telecinco o el estancamiento a la baja de A3 Media o todos los espectadores que han huido de la farsa que se esconden tras esa media de 24 minutos menos de consumo televisivo que han tenido los españoles el año pasado.
Estamos ganando lo que no pensaban, la batalla de la información, con creatividad, dinamismo, con muchos ciudadanos convertidos en periodistas de verdad y en medios de comunicación. En suma, la televisión ha muerto y eso es buena noticia.
http://ramblalibre.com/2023/03/23/carta-del-editor-el-periodismo-como-heroismo-y-la-publicidad-globalista/