Miguel Rodríguez.
José Amedo no es un desconocido para la mayoría de los que tenemos cuarenta o más años, aunque otra cosa diferente es que sea un personaje incomprendido donde los haya dentro de la Historia reciente de España. Sin duda se trata del rostro y el nombre más ligado a lo que fueron los Grupos Antiterroristas de liberación o GAL y, según la justicia española, ha debido ser el auténtico responsable último de todo, puesto que se ha pasado en la cárcel media vida mientras los políticos que de verdad orquestaron todo el tema pasaron por ahí casi de visita.
Una versión diferente de los hechos en el tema del GAL
Por eso es importante tener hoy su versión de los hechos, como protagonista y persona muy informada de todo lo que sucedió y de quiénes fueron en verdad los instigadores de todo. Porque no todo o casi nada de lo que nos han contado en televisión y en la prensa ha sido tan real como nos lo quieren vender.
Los periodistas que investigaron todo aquello, afirma José Amedo, llegaron hasta donde pudieron llegar. Hasta donde se les dejó llegar.
¿Patriota o sicario del PSOE? ¿Héroe o terrorista de Estado?
El juicio popular y arbitrario contra esta persona se celebró hace mucho tiempo, con toda la plataforma mediática y partidista machacándole vivo por años y años. Incluso en los platós de los programas presuntamente contrarios al separatismo o los etarras, como El gato al agua. Pero es que en otros lugares ni siquiera se le ha dado voz y se le mantiene como el tonto útil sirvió para darle carpetazo a toda una operación estatal de guerra sucia contra el terrorismo.
Ahora bien: ¿acaso se puede luchar limpio contra el terrorismo (cuando ciertos estados protegen a estos bestias)? Para que no pudieran quedar dudas sobre ello, se nos convenció de que José Amedo o Michel Domínguez se habían quedado con muchísima pasta, pero fueron los políticos y en concreto los del PSOE los que mangaron a manos llenas. Como siempre.
José Amedo y Michel Domínguez fueron utilizados para cerrar en falso el GAL y derribar a Felipe González
Para una gran parte de la población, se trata de un terrorista equiparable a los etarras, el verdadero responsable de docenas de asesinatos y con civiles incluidos. Para los peperos es, además, un personaje que vino muy bien para descabalgar a Felipe González del poder y colocar a Aznar. Una especie de sicario del PSOE al que le cuelgan también el sambenito de ladrón, pues aplican esa frase falsa de que «los GAL empezaron robando para matar y acabaron matando para robar«. La realidad es mucho más amplia que eso y los principales implicados, la verdad profunda del caso, jamás fueron ni siquiera arañados salvo por este señor, que va a venir a Santander a contarnos todo el asunto desde dentro de las mismísimas cloacas.
José Amedo llegó a ser mucho más que un subcomisario de la Policía Nacional, pues las atribuciones que le concedieron sus superiores policiales y políticos van mucho más allá de cualquier trabajo normal y confesable de un funcionario de Policía. Su origen vasco y sus importantes contactos en el santuario francés de ETA le permitieron obtener una información muy buena y muy fresca de ese entorno terrorista, que por entonces era muy difícil de penetrar, pero Amedo estaba llamado a ocupar una posición más directa en la lucha sucia contra el terrorismo.
José Amedo lo ha contado claramente: nos pagaban por muerto
Su labor como controlador de confidentes y mercenarios, que actuaban al margen de la ley en el sur de Francia, era fundamental para llegar hasta los terroristas donde nadie podía hacerlo. Para ajusticiarlos de la misma manera que hacían ellos con sus víctimas: detectar y sin juicio. Una guerra sucia que lo era por la falta de cooperación y la complicidad directa del Estado francés en los centenares de muertes por atentados terroristas que se fraguaban en su territorio y luego se cometían en España.
Una lucha clandestina sin la cual no se hubiera obligado nunca al gobierno de Francia a ceder y colaborar con las autoridades españolas en este importante asunto de la lucha contra el terrorismo. Porque el socialista González fracasó en sus negociaciones con sus compadres Giscard y Mitterrand.
Por eso es importante que los verdaderos actores de esta historia, como Amedo, que tuvieron que pasar por esos peligros de la lucha antiterrorista y luego, además, por la cárcel y los agravios, hayan dado un paso al frente y estén dispuestos a contar la verdad. Caiga quien caiga. Lo cual no es fácil en un asunto de Estado, de estados en realidad, en el que hay muchos intereses entrelazados y una verdad oficial que nos han contado diversos medios de comunicación y políticos que no son verdaderamente de fiar.
El complot para acabar con Felipe González utilizando la guerra sucia en la que todos los políticos estaban de acuerdo
También los del PP.
Porque en el asunto del GAL hay muchos matices y en el último libro de José Amedo se centra en la conspiración política, económica y mediática para tumbar al Gobierno de Felipe González usando el argumento de la guerra sucia contra ETA. Un complot que fue real y del cual sus propios protagonistas han presumido desde el principio, puesto que salió perfectamente y consiguieron sus objetivos políticos: arrebatar a Felipe González su inexpugnable mayoría y producir el cambio político que consolidó al PP como fuerza capaz de llegar a la Moncloa.
Pero hay mucho más que nos ha contado Amedo a lo largo de los años, como la verdadera identidad de la X de los GAL de la que tanto se ha especulado.
Las contundentes palabras de José Amedo: el GAL era el Gobierno
El GAL era el gobierno, ha expresado en multitud de ocasiones, dejando claro que la responsabilidad última podría llegar todavía mucho más arriba, pues, ¿quién se puede creer que un personaje tan elevado como Juan Carlos I podría no haberse enterado de nada, siendo el supuesto Jefe del Estado? O la propia oposición del PP de entonces y demás partidos, que ahora se rasgan las vestiduras con lo que se hizo en la lucha sucia antiterrorista, pero que en su momento estuvieron más que de acuerdo con todo.
En todo caso, el “Corleone con toga”, como describe Amedo a ese famoso ex juez condenado por prevaricación, sabía que nosotros no teníamos tanta responsabilidad en el asunto y que sólo seguimos órdenes de los políticos. Y a Michel Domínguez, que era simplemente un traductor del francés y él lo sabía, lo mantuvo durante muchísimos años en prisión injustamente.
Dos policías que sólo obedecieron órdenes fueron sacrificados para dar la cara por todo el Estado
Es un poco lo mismo que pasa con el tema de ETA: ¿cuántos chavales descerebrados y otros peones han ido al talego por años y años mientras los verdaderos responsables de todo aquello se han lucrado con el tema?
Michel Domínguez y José Amedo no eran más que dos funcionarios de Policía a los que enrolaron en una guerra sin cuartel y sin normas contra ETA. De hecho, el propio José Amedo acudía frecuentemente a funerales de compañeros a sabiendas de que el próximo podría ser él mismo. Una de las personas más buscadas y perseguidas por los terroristas.
Dos policías utilizados como moneda de cambio en los juegos sucios de los políticos y de los estados, que siempre se ponen de acuerdo cuando hay que llegar a una conclusión y sacrificar a los peones que se pongan por delante. Incluso alguien como José Amedo, que se ha jugado el tipo por todos los españoles, enfrentándose a auténticos torturadores psicópatas como los etarras. Gentuza auténtica que se dedicaba asesinar a cualquiera que se pusiera en su camino en España y luego huir a Francia, para celebrarlo ante la mirada cómplice de las autoridades de ese país.
Presentación del libro: Objetivo Felipe. Complot para meterlo en la cárcel
Para comentar todo esto y mucho más tendremos a José Amedo en la Asociación Alfonso I de Santander, en Cazoña, este sábado 1 de abril a las siete y media de la tarde. No dudes en acudir y podrás llevarte tu ejemplar del libro firmado por el autor.