Hoy te recomendamos la lectura de ocho ensayos imprescindibles para defender nuestra soberanía nacional ante el globalismo. Se trata de una selección de 8 libros de destacados autores y que han sido publicados por Letras Inquietas, una de las referencias editoriales en lo que a la batalla cultural se refiere en lengua española.
1. Refundación soberana (Carlos Martínez-Cava)
Este ensayo es un instrumento de reflexión sin complejos sobre uno de los aspectos más ocultos de los últimos 40 años en España: la soberanía. Se trata de un trazado histórico de cómo la Transición de un régimen personalista que nació de un conflicto civil a otro homologable a las democracias occidentales europeas fue perfilado como un camino donde los ciudadanos tendrían escasa o nula capacidad de decisión sobre su destino, precisamente por la entrega y rapto de esa soberanía a entes supranacionales o, en el caso de las autonomías, a entes intra-estatales que han vaciado de contenido tanto la identidad como los derechos de los españoles. Con este libro, Carlos Martínez-Cava hace un llamamiento a la defensa de la nación histórica como relato político capaz de superar una Constitución que se ha visto desbordada por quienes debían servirla y, finalmente, la han traicionado.
2. En defensa del Estado nacional (Denis Collin)
Esta es la primera vez que se publica en idioma español un libro del filósofo francés Denis Collin. Se trata de una colección de ensayos que toman como eje vertebrador la defensa del Estado-nación como baluarte defensivo ante las amenazas del capitalismo mundialista y globalizador. Collin sostiene que el Estado nacional debe volver a ser un instrumento en manos de las clases populares, un arma de autodefensa ante las élites apátridas que han decretado el fin de las naciones.
3. La insubordinación de España (Carlos X. Blanco)
Toda nación se basa en una fe fundante. La nación española se fundó espiritualmente en dos pilares: el Imperio y el Catolicismo. Antes que nación, España fue Imperio, un Imperio Católico a cuya misión civilizadora debían plegarse los demás pueblos del orbe. En la actualidad, España es una pobre nación subordinada. Carece por completo de instrumentos para ejercer su soberanía. Ha desmantelado su industria y su autosuficiencia. Ha renunciado a defender sus fronteras y se ha infectado de ideologías extranjeras. Pero esto puede cambiar.
4. Nación y soberanía (y otros ensayos) (Denis Collin)
Nación y soberanía (y otros ensayos) cumple dos funciones. Por un lado, armar una defensa del soberanismo sólida, sin aspavientos ni estridencias, sin golpes de pecho, sobria. Por otro lado, dar cuenta de la paulatina emergencia de un totalitarismo de nuevo cuño que, silente avanza sin encontrar prácticamente resistencia. Un totalitarismo que poco tiene que ver con aquellos regímenes que se nos vienen rápidamente a la cabeza, sino más bien con una vigilancia global y capilar, capaz de penetrar en la consciencia colectiva toda, desnudando y profanando hasta nuestra más absoluta intimidad, la psique: reprogramándola. Este libro va directo a la línea de flotación del pensamiento woke/multiculturalista. ¿En qué sentido? Con la elegancia que caracteriza a Denis Collin, es capaz de escribir contra los agoreros que llevan 30 o 40 años anunciando la inminente muerte del Estado–nación, es decir, contra aquellos neoliberales acérrimos, pero también contra toda la patulea izquierdista que confunde el internacionalismo con la sumisión a una plutocrática gobernanza global.
5.Soberanía o servidumbre: La glebalización del siglo XXI (Álvaro Rodríguez Núñez)
En la Edad Media, la población estaba adscrita a la propiedad de señores feudales, forzada a ofrecer servicios y pagar tributos. Los siervos de la gleba se encontraban en unas condiciones próximas a la esclavitud y apenas se reconocían sus derechos. Hoy, instituciones supranacionales llamadas Unión Europea o Fondo Monetario Internacional están eliminando la soberanía de los Estados convirtiéndolos en dominios feudales a través de herramientas como, entre otras, la Agenda 2030. Apelando al progreso, a la libertad o a la solidaridad, los nuevos amos del mundo pretenden instaurar una nueva Edad Media y la servidumbre de los pueblos. El siglo XXI no es de la globalización sino el de la «glebalización». En este libro se analiza con especial atención el caso español y su Régimen del 78, una partitocracia impuesta por potencias exteriores y basada en la colonización económica, la dictadura de los medios de comunicación de capital trasnacional, la liquidación de la izquierda, el Estado autonómico y el poder de la banca.
6. Por la España tradicional: Porque fuimos somos, porque somos seremos (Carlos X. Blanco)
Este libro es un manifiesto reivindicativo de España, en el sentido tradicional y como una civilización que rebasa el ámbito territorial de la península. Surgió bajo el signo de la cruz en las montañas asturianas y se expandió hacia el sur bajo el imperativo de recuperar el reino, el ejército y la iglesia de los godos. Una España que nació bajo el imperativo de expulsar al infiel y poner lejos la frontera con el mahometano. Después, irradió a las Américas y bañó de Hispanidad el mundo entero.
7. Frente al liberalismo: Por una alternativa nacional y soberana (Santiago Prestel)
Este libro es un acercamiento a la realidad depredadora del liberalismo, tanto económico como cultural. A lo largo de sus páginas, se hace un llamamiento a recuperar la soberanía nacional a través de diversas propuestas, todas ellas transversales, revolucionarias y disidentes, totalmente al margen del pensamiento único impuesto por las élites globalistas. Por ello, este texto es subversivo e irreverente y aspira a promover la creación un nuevo Estado, social y nacional, en el que la justicia sea su eje central.
8. Ensayos covadonguistas (Carlos X. Blanco)
Asturias no es una provincia ni una comunidad autónoma entre las inventadas por el régimen del 78. Asturias es la cuna de España. A partir de las Primorias (Cangas de Onís y Covadonga) fueron naciendo Las Asturias, el Reino o Casa Matriz. No sólo las Asturias de Oviedo, sino las de Santillana y todas las demás, del Eo al Asón. Ninguna entidad regional puede separarse de España sin hacerlo a su vez de las Asturias, fuente de la soberanía de Las Españas y matriz del Imperio. Si las ratas huyen, siempre habrá un risco cantábrico al que no llegará la inundación.