Gandeiros Galegos da Suprema pide a la Xunta que establezca un sistema para compensar a las explotaciones por las pérdidas que le puede ocasionar esta medida.
Hace solo una semana, la Consellería do Medio Rural anunció la vacunación obligatoria de más de 350.000 vacas y ovejas contra la enfermedad de la lengua azul. Se trata de todos los animales que residen en la considerada área de restricción declarada, que incluye las provincias de Pontevedra y Ourense, así como las comarcas de Sarria, Chantada y Terra de Lemos-Quiroga, en el sur de Lugo. Desde la asociación Gandeiros Galegos da Suprema aseguran que no se oponen a esta medida, pero consideran que debería habilitarse un sistema de indemnizaciones para compensar las pérdidas que puedan sufrir algunas granjas por esta medida preventiva.
La entidad reconoce que el principal objetivo debe ser el de «atallar calquera brote que teña xurdido ou que poida xurdir» de esta enfermedad. Sin embargo, considera que la aplicación de estas vacunas supondrá un golpe más a la economía de los ganaderos de las zonas afectadas, «xa que a inmobilización dos animais, principalmente becerros de cebo, supón un sobrecuste adicional ás explotacións e unha paralización da cadea de produción das mesmas», lamentan.
Al mismo tiempo, continúan los responsables de esta entidad, está demostrado que estas vacunas tienen efectos secundarios sobre el ganado, tales como abortos y aumentos de la mortalidad a los que hay que añadir «perdas económicas derivadas do manexo dos animais: golpes en partes cárnicas das canais, lesións que derivan en mortes…», explican.
Es por ello que la entidad recama a la Xunta que habilite un sistema de indemnizaciones para cubra los daños derivados de la vacunación contra la lengua azul. «Os gandeiros non poden ser responsables economicamente, ante a situación tan complicada que atravesa o sector», concluyen.