Enrique de Diego.
De intolerable y gravemente agresiva hay que calificar la decisión unilateral de la Sala Mondo de Vigo, que desde ahora mejor será llamarla In Mondo, porque es una inmundicia globaliista, y será mejor no pisarla en años hasta que se hunda en la ría, de cancelar la actuación del cantante Martín Sánchez y su grupo La Resistencia por estrictos y estúpidos motivos ideológicos, de censura mostrenca y garrula, por considerar que es un cantante peligroso, ya que la gira va de «Que se joda el nuevo orden mundial».
El propietario de la sala, Pablo Iglesias, cancela, es decir, quiere dejar sin voz a todos los heroicos vigueses, y a todos cuantos luchamos contra esa tiranía estúpida de las élites en sus designios de ingeniería social hacia el exterminio de la población y la esclavitud de los supervivientes. En este terreno no cabe la neutralidad y la Sala ya llamada In Mondo ha optado por esa terrible tiranía globalista. Que le den. Que se haga el vacío. Que no vaya nadie.
Por de pronto, pacta sunt servanda, los pactos están para cumplirse, y la decisión liberticida causa un perjuicio en términos de costes que debe ser asumida por la citada Sala y el citado propietario. La censura es ubicua y ha de ser combatida siempre y con todas las fuerzas y en todos los ámbitos, también judicialmente, como me consta que se hará.
Una tremenda ola de simpatía se ha levantado a favor de Martín Sánchez y de La Resistencia. Un clamor de repudio hacia lo que huele fatal a presiones políticas a las que se habría plegado el empresario de la Sala In Mondo y de apoyo sin fisuras hacia el autor de «Himno de la Resistencia» y «Que se joda el nuevo orden mundial». Vaya aquí, humildemente, el mío en el doble sentido: repudio a los liberticidas y apoyo entusiasta Martín Sánchez y la Resistencia.
Me consta que los héroes nunca se rinden y se crecen en las adversidades y dificultades y Martín Sánchez y La Resistencia impelidos por esa ola de apoyo están buscando alternativas. Sugiero el Estadio de Balaídos. Tolerancia cero con la censura, nos jugamos mucho. Martín Sánchez es gallego y me consta que arde en ilusión por encontrarse con los suyos tan vapuleados por Alberto Núñez Feijoó que quería imponer la vacunación obligatoria bajo penas pecuniarias abusivas e impuso un régimen de terror al más puro estilo nazi imponiendo el certificado de timo vacunación para entrar en bares y restaurantes, y de la resistencia heroica de los vigueses que convirtieron a Vigo en la capital de la resistencia gallega. Así que, contrarreloj, se están buscando alternativas para que el concierto tenga lugar y los resistentes puedan reforzarse y vibrar con el rock and rol de Martín Sánchez, ya saben, un cantante peligroso que pone de los nervios al sistema globalista.
No nos callarán, no nos dejarán sin voz y sin canciones. Ánimo, valientes; ánimo, Martín Sánchez y La Resistencia, sois un ejemplo de coraje frente a la tiranía. Estamos con vosotros. El hermano ayudado por el hermano es como una ciudad amurallada o, como terminas, tú, Martín, tus artículos: «energía y Rock and roll, la cabeza alta y la cara descubierta siempre!!!!»