Johana Fernández. Afectada por las timo vacunas AstraZeneca y Pfizer, San Vicente del Raspeig, Alicante.
Lunes 6 de febrero empiezo el día un poco antes de las siete de la mañana para poder ajustar la nueva rutina que quiero incorporar, con las responsabilidades como madre y la ingesta de los tratamientos que van unos con el ayuno y otros con el desayuno. ¿Por qué Johanna cuenta sus responsabilidades como madre, tratamientos a la vez?, ¿qué tendrá esto que ver?, porque los tiempos son fundamentales para poder tener autonomía, porque tengo que cuadrar al milímetro para que me permita tener libertad de movimiento lejos del aseo.
Dejo a mi pequeña en el cole y a las 9:10h estoy ya con los peucos puestos para empezar mi siguiente reto. Es mi primer día de prueba en pilates. Me pasan muchos pensamientos por la cabeza mientras estoy en el suelo haciendo los ejercicios que se van proponiendo… ¿cómo se ha podido deteriorar tanto mi cuerpo físico?, siento que me tiembla en algunos momentos, las manos tan necesarias o al menos tan acostumbrada a utilizarlas y hasta con guantes es duro por los dolores que me causan los apoyos sobre la colchoneta. No obstante, también sé que es lo que necesito si quiero poder llegar al objetivo a medio – largo plazo del deporte que practicaba. Es otra manera más de ir avanzando en mi recuperación. Llegar a lo más próximo posible de lo que un día fui.
7 de febrero, un montón de agujetas invade mi cuerpo y a la vuelta del cole mientras hablaba con Isabel, miro mi agenda y me doy cuenta que en cuarenta minutos tengo que estar en Farmacia Externa del Hospital General de Alicante. ¡Madre mía! hoy que era un día para estar más relajada después del “tute” de ayer y caigo en la cuenta de que es día 7 y ya tendría que estar en camino a mi cita. Cojo lo primero que “pillo” y salgo corriendo de casa.
A las 10:15h aproximadamente introduzco mi tarjeta sanitaria en la máquina y sale el impreso de siempre, con ese número de siempre, con esas siglas de siempre, mi turno…
Aún tuve que esperar un rato, no demasiado esta vez, observo a mi alrededor, siempre tantas personas, tantas personas enfermas que “necesitamos” de un tratamiento… ¿y realmente que pasaría si no estuviera en tratamiento?… es otro de mis pensamientos en voz alta y que he compartido con mis médicos en reiteradas ocasiones…
Cuando entro a consulta, allí, está ella, es ella, una persona entregada, vocacional, profesional, preocupada y dentro no tiene prisas para atenderme. Ya nos conocemos de veces anteriores y siempre me hace sentir bien además de contestar a todas y cada una de mis preguntas. Allí con ella hay otra chica, haciendo prácticas. Mi cita era para sacar más medicación de Esbriet al mismo tiempo de interesarse de cómo lo llevo, cómo va mi adaptación y si me ha provocado efectos y cuáles son…
Al principio ha sido duro, mareos, angustia, confusión, ralentización, ha ido pasando hasta poder decir que ese primer tramo está superado. Para subir la dosis le explico que será después del miércoles porque tengo pilates y no quiero romper rutina… Bien, ella me comenta que hay una persona de farmacia también que ha leído mi caso y que está interesada en hablar conmigo que si puede entrar: – ¡claro! Le dije, que pase. Ella es otra profesional, cercana, que trata de saber por qué he tenido interacciones con los tratamientos, hablamos del pomelo, sí, el pomelo, formaba parte de mi desayuno junto con zumo de naranja (para no sentirla tan dulce) hasta que me explicaron que con Esbriet ya no podía tomarlo al igual que la granada, ambos no se pueden tomar porque interacciona. En esa conversación me cuentan que Tacrolimus interacciona también con el pomelo y que yo por etapas he tomado pomelo a diario estando tomando Tacrolimus (Advagraf), esto podría haber tenido que ver con las interacciones. Pero no hemos hablado del pomelo hasta que Esbriet entra a formar parte de la partida.
Los niveles de Tacrolimus en sangre se pueden averiguar con una analítica específica que hacen ellas y así me lo plantea. ¿Qué te parece si te vienes el jueves y te sacamos sangre para ver los niveles en sangre?, esto podría tal vez dar luz en algunas cuestiones.
Allí ellas me explican que muchas personas desconocen de la existencia de este departamento dentro hospital como es Farmacia Externa del Hospital de Alicante, son especialistas en farmacia que tratan al paciente de forma individualizada acompañando los procesos desde que inician un tratamiento. Sinceramente yo tampoco sabía que existía hasta cuando he tenido que hacer uso de ella. Estoy de acuerdo con ellas de que es un sector desconocido que está bien darlo a conocer además por su labor, como vía laboral en este campo. Hay personal entregado y no es una entidad como por ejemplo el INSS que viene siendo Mátrix
A modo de crítica constructiva, habría que añadir que fuera de este espacio hay un enorme caos de espera cuando no es una cita programada con anterioridad. A veces tenemos que ir y sacar cita en el momento y pueden transcurrir fácilmente tres horas, tres horas y media de espera al turno. A mí me ha pasado en al menos dos ocasiones. Entonces a quien competa, es una lástima con la atención tan exquisita que hay dentro, que fuera no pueda coordinarse de otra manera para evitar esas largas esperas a personas que van a llevarse tratamientos a casa y por lo general son personas que tienen la salud muy mermada y tienen que permanecer allí esperando mucho tiempo. Quizá los centros de salud de referencia podrían asumir algo de esta coordinación.
Miércoles 8, que contenta, vuelvo a mi segunda clase de pilates y esta vez hacemos con máquinas, sin lugar a dudas me ha parecido mucho más dinámico. Es un día lluvioso pero hay que llevar el coche al taller y ponerlo a punto para pasar la itv. Es un día de lo más productivo. Cuando hago ejercicio físico me siento ágil, con más energía.
Jueves 9 de febrero y a las 9:15h estoy en la otra parte de farmacia del hospital, allí había quedado para la extracción de sangre y comprobar los niveles. No está la persona con la que había quedado, pero sí me esperan. Es uno de ellos quien comenta de nuevo lo del pomelo, pero qué curioso, me explica que es algo de primero de carrera, el pomelo y sus interacciones.
Allí me saca sangre una enfermera joven y muy agradable… hablamos sobre lo que yo tengo y cuál es el origen, muy lejos de asombrarse me narra la historia de una persona que ha fallecido en su entorno y la sospecha que subyace es que pudo haber sido por la “vacuna”.
Ya no soy un caso tan raro, tan excepcional, en entornos como un hospital puede hablarse ya de forma más natural que, hay muchos casos de muertes sin justificar, muchas enfermedades autoinmunes que están emergiendo…
Recibo un email de la reumatóloga que me lleva, poder tener esta vía de comunicación es algo que nunca me cansaré de agradecer, saber que está al otro lado y dándole vueltas a las cosas para poder hacer de mis procesos más llevaderos es un regalo. Me ha recomendado una readaptación de la dosis de Esbriet para hacerlo más lentamente e intentar con ello la adaptación sin tantos efectos secundarios.
Mientras tanto el circo continúa, en los últimos días distintos periódicos como El Mundo, 20Minutos sacan a pasear “la gripe aviar”. To be continued.