Borja Arias Montero.
La mayoría de los Españoles no conocen a los diputados del Congreso de los diputados o a los diputados de las Comunidades autónomas que supuestamente los representan. Esto se debe a que los políticos se han encargado de que sea así por varios motivos. El primero y más fundamental es que según la ley electoral estos diputados son trabajadores del partido político al que están afiliados, no son personas con vocación política que quieran manifestar la voluntad del pueblo en el ejecutivo (congreso), donde debería estar la soberanía.
Actualmente son personas que trabajan para su jefe, el jefe del partido, y a este le deben sumisión, de lo contrario son expulsados del partido, aunque lo hagan para demostrar su honestidad. La prueba de lo que digo es el hecho de que siguen antes las órdenes del líder de su partido, el que sea, que lo que deciden quienes le han votado, que no le conocen porque no leen los nombres de la lista cerrada y seleccionada por el mismo jefe. ¿Por qué creen que expulsaron del partido a todos los políticos de Vox en la ciudad de Badajoz al negarse a seguir órdenes de Ortega Smith?
Si no creéis que esto sea verdad leer la próxima vez que vayáis a citar la lista de candidatos y decirme si conocéis a alguno que no sea muy polémico o con el que tenga usted relación. Cuando haga este ejercicio espero que reflexione el por qué nunca se ha fijado y no han hecho un esfuerzo desde el partido en darle a conocer.
La respuesta está en que el sistema político, del que participan partidos políticos de todas las ideologías, desde Izquierda a derecha, contempla a los diputados como trabajadores de los partidos. Esto es una indignidad para un sistema que se hace llamar democrático porque se supone que en democracia- formalmente-las personas a las que das o concedes tu representación deben trabajar para ti, no para organizaciones privadas como han demostrado ser los partidos políticos. Actualmente estos partidos o empresas no tiene límites cuando llegan al poder y por eso pueden desobedecer sus propias promesas y programas electorales, porque los políticos, en vez de ser los receptores de nosotros poderdantes,, son trabajadores del estado a los que no podemos ni revocar(echar cuando la nación española lo decida por incapacidad o corrupción).
¿Cómo vamos a conocer a personas que no están a nuestro servicio? ¿Cómo el sistema corrupto va a ser tan tonto como para hacer ver que tienen trabajadores a su servicio y que su sueldo se lo pagamos nosotros?
Por eso #YoNoVoto