Johanna Fernández Martínez. Afectada por la timo vacuna.
Dar las enormes gracias a Enrique de Diego por seguir y no parar, por concedernos esta ventana al mundo que estoy convencida que terminará siendo un enorme escaparate de verdades como puños.
Querer detener el tiempo y guardar esas instantáneas en mi retina viene siendo mi hilo conductor. Cuando una enfermedad grave entra en un hogar se abre todo un vestidor de emociones con distintos tamaños de cajones y estanterías donde ir colocando cuidadosamente para hacerles creer y creerte que lo tienes todo absolutamente controlado, mi familia se apoya en mí, “al mal tiempo, buena cara” podría decir que tengo sentido del humor recién estrenado. Tener esta responsabilidad me ayuda a seguir peleando por mi salud, por la justicia e injusticia, por mí y por todos aquellos a los que nos han robado la vida adrede.
«Dejar constancia de lo que un día nos hicieron a la humanidad»
Esta semana he mantenido una conversación con mi abogado, parece que estamos en “puertas” de poder emprender la demanda en firme. Dejar constancia de lo que un día nos hicieron a la humanidad, de las vidas que se están cobrando a base de mentiras, de imposiciones. De ir poniendo las primeras piedras en el camino para cuando dentro de unos años sigan saliendo enfermedades post “vacuna” Covid-19, esté el camino más o menos transitado con las huellas en el sendero.
Tuve una conversación con el neurólogo en la cual me expresó que somos daños colaterales, ¡esto sucede en las guerras!, que de aquí a unos años saldrán muchísimas enfermedades autoinmunes debido a esta práctica masiva que se está llevando a cabo, y una cuarta, una quinta, una de refuerzo constante constantemente porque para eso se ha creado.
«Este simple renglón, ¿no es suficiente para parar esta locura?»
Y una conversación con el otorrino en la que me expresa; – lo que te ha pasado es una putada, con sus dos manos en la cabeza, un gesto hacia atrás desde su mesa, recuerdo, y las soluciones se van a ir escribiendo en los libros con casos como el tuyo. Por Dios, este simple renglón, ¿no es suficiente para parar esta locura? ambos médicos pro-vacunas señores y señoras y tienen estas manifestaciones. No hay más ciego que el que no quiere ver, han salido todo un “ejército” de médicos de todas las especialidades, países, nacionalidades para decir esto mismo, dar sus testimonios afirmando que estamos ante una crisis médica internacional.
Mientras todo esto nos rodea en muchos hogares, habita la incomprensión social, la anti-empatía, la dureza, la frialdad. ¿Será que esto también era parte del plan? matarás, cometerás actos impuros, darás falso testimonio y mentiras… vaya como sacado de una película de terror con el número de la bestia marcado en cada hoja del guion.
En mi pequeño gran mundo, mi hija, durante una noche se puso a temblar ante la inquietud que le suscitó en ese momento, me pregunta: – mamá, ¿cuándo yo me muera?, no existiré, ¡mamá que miedo! porque no existiré, insiste… (esta pregunta me la he hecho a mí misma muchas veces en estos largos meses) …ella ha percibido de muy cerca el filo del otro lado acechando a través de mí.
Ahora mi ímpetu es “beber” las vivencias de mis dos hijos, son mi drenaje vital y esto se ha ido revalorizando al mismo tiempo que he ido viviendo el debilitamiento de mi cuerpo físico, lo que transporta mi alma.
Sábado, caminamos y caminamos las dos por San Vicente del Raspeig, donde vivimos, prestando atención a todo aquello que nos encontramos al paso, riéndonos, sorprendiéndonos y un carruaje con sus dos caballos blancos llenos de rosas rosas y blancas esperaba a una pareja de recién casados: – mamá ¿podemos quedarnos a verlos salir?, claro que sí, esto es lo más importante, el aquí y el ahora, esto también se aprende. Ella contempla como bajan las escaleras de la Iglesia, – mamá veo el vestido blanco, lo veo… mamá, cuando yo me case quiero un carruaje como ese con caballos, un instante clavado en mi corazón pensando mientras nos miramos, y que yo lo vea pensé…De alguna manera ella ha sentido mi temor, mi incertidumbre, y me ha dicho, – mamá si cuando me case eres una estrella, papá me pondrá el carruaje, – lo tendrás y yo lo veré hija, le contesté.
Consulta con Dermatología
Nueve y treinta de la mañana, ¡Juana Fernández!, esa, también soy yo, consulta con Dermatología de nuevo para mi seguimiento, observan mis manos y mis pies a través de una especie de lupa con luz, capilares rotos, manos de mecánico verbaliza, allí dos más haciendo prácticas, ¿pueden ellas mirar, te importa?, pasen y vean y yo soy un caso especial con el que deberíamos escribir un libro dice, pero… – yo ya tengo mi libro contesté, y reitera, me refiero a un libro de tu caso desde el punto de vista médico, soy un compendio de cosas, vaya, eso sería ilusionante tal vez en otro contexto.
Ella les explica a aquellas almas ingenuas todavía que yo, soy una Dermato pero que además tiene afectación pulmonar en la que ha recibido quimioterapia y aunque es amiopática y no debería de hacer neoplasias, hay que seguirla haciéndole despistajes de imágenes al menos durante dos años más, ginecológicos, de estómago y por supuesto de los pulmones que ya han sido atacados. Y continua diciendo, aunque parece que podría estar relacionado con la “vacuna” de AstraZeneca porque con las vacunas ya sabéis que puede “despertar” algo que ya esté en nuestra base genética… ellas atentas a esa explicación e irrumpo en ese clímax de hipnótica información y les digo, – no es podría, no es base genética, es que inicié la metrorragia vaginal a las 24h siguientes de la inoculación, y perdí la vesícula a los dos meses de la misma forma simultánea me llené de condritis y entró en mi vida la fatiga con caída libre de capacidad pulmonar. Un silencio.
Que el hospital haya reportado mi caso es un hecho, desde reumatología, que tengamos estas desinformaciones en el mismo barco demuestran la falta de profesionalidad por parte de otros, o tal como yo observé esa explicación es como si fuera más cómodo creerme lo que digo porque es la versión oficial, que dar fe de lo que se destapa, porque para esto se necesita algo más que agallas.
No se qué se gana o qué se pierde reconociendo que soy un caso obvio de la timo vacuna
Aunque no me deja indiferente que sea con este tema concreto que se tengan tantas reticencias para notificar, si el caso es que esto es muy sencillo, tu reportas un caso de lo observado, no estás diciendo nada ni a favor ni en contra, sino que reportas de forma objetiva, repito de forma objetiva lo que estás viendo cotejado por las pruebas e informes. Al final no sé qué se gana o qué se pierde aceptando que soy un caso obvio de la timo vacuna, como tantos otros. Me indigna como podemos manipular a otros con nuestras convicciones que no siempre son las acertadas o que peor aún, ni uno mismo se las cree con la evidencia que tiene sobre la mesa y mantiene su postura tirana… ¿Por qué no dejar que se juzgue por lo que ves? ¿con la información de mi organismo? en los tiempos en los que se desarrollan los síntomas que dejan claro el nexo causal.
Seguir mi periplo de seguimientos ocupa lo que ocupa una jornada laboral. Así que de la sexta subo a la octava para saludar a una gran enfermera que tienen en reuma, – he venido a saludarte, ¡jo! y mi reumatóloga se la han llevado a otra localidad por el momento, ¿me he quedado en tierra de nadie? me contesta no entre risas, me dejó las indicaciones y estás de nuevo en muy buenas manos. Felicidades a Reumatología del Hospital General de Alicante que trabaja en equipo y con amor.
Las llagas se han ido de mi boca y de la garganta. Las diarreas quedaron atrás. Gracias a la medicina integrativa y homeopática.
En la conferencia del “Tour del Cáncer” la reina Letizia lanza esta pregunta: “en febrero del veintidós el parlamento europeo lo comentábamos en el avión con la secretaria de Estado, ha lanzado su nueva estrategia contra el cáncer, por primera vez se habla de la medicina integrativa solamente querría saber ¿por qué hay tanta resistencia entra la medicina tradicional y ortodoxa entre los oncólogos a la medicina integrativa?” eso mismo me pregunto yo. ¿Cuál es el interés o desinterés?…
Aunque los linfocitos a 350 han hecho que me visiten dos virus durante esta semana, una gastroenteritis y una vaginosis que a su vez es una recaída. Para quien no controle los valores, 1.000 es lo normal, por debajo de 500 es estar muy expuesta. Saquen sus conclusiones.
Desde mi médico integrativo planteamos una profilaxis homeopática
Desde mi médico integrativo planteamos una profilaxis homeopática al mismo tiempo que reforzar mi sistema autoinmune para cuidarme de esta exposición ahora que llega el invierno, porque no quiero ponerme la vacuna de la gripe, ¿me he vuelto en contra de ellas?, no, no de todas, pero si mi cuerpo ha reaccionado de esta forma y ha modificado mi sistema autoinmune, ¿cómo saber cómo encajaría la de la gripe ahora que ya no soy yo tal como era?, así que mientras haya alternativas voy a explorarlas. Y más con los resultados obtenidos desde que combino ambas.
La incertidumbre de qué será de mí a nivel laboral me acecha ya en el tiempo, en manos del tribunal médico y a la espera de cuál será mi futuro más próximo. A esto le sumamos el nerviosismo que me ha producido la gestión con mis nóminas que ha ocupado una preocupación más a las que ya tengo, como si tuviera pocas. Nos somos conscientes de la repercusión que tiene a nivel de salud los temas administrativos cuando apenas puedes hacerte cargo de tu día a día.
Con mis hijos, soy feliz
Estar en primera línea es otro salvavidas, un ilusionante proyecto con personas sensacionales con ganas de sacar lo mejor de cada uno y ponerlo al servicio de quien lo necesite está en nuestras cabecitas.
¿Cuál, cuándo y cuánto dura mi felicidad? cuando no soy consciente de mi realidad, cuando por pequeños y remotos instantes no soy consciente o no lo recuerdo. Cuando veo a mis hijos reír, salir fortalecidos, superar sus obstáculos en el día a día propios de su edad, allí soy feliz.