Enrique de Diego.
Este testimonio de Muhammad destila dolor por los cuatro costados. Las timo vacunas Pfizer le han destrozado la vida, pero es un hombre de coraje y sigue luchando para que el crimen no quede impune, porque él es «un error» del sistema y ahora tienen miedo a que corra la voz y se sepa que las timo vacunas matan, está hechas para matar. Silenciados, sin voz, Rambla Libre les abre sus páginas:
«Me llamo Muhammad Mohamed Hamed, actualmente tengo 31 años, soy de Ceuta y trabajador social y antes de la vacuna mi vida era la de un chico normal de 30 años. Mi trabajo, mis proyectos, mis animales todas las tardes y un apasionado del deporte. Todos los días iba al gimnasio entre 1 y 2 horas a entrenar».
– ¿Por qué te vacunas, no oyes nada del peligro que representan?
– Porque me llamaron de la consejería, porque veía que si no me vacunaba no iba a poder trabajar ni hacer visitas a domicilio (en una entrevista de trabajo me la exigieron), que no iba a poder viajar, ni entrar a sitios, ni ver a mi familia, nada… Me dejé llevar por lo que el gobierno decía, que los únicos síntomas que produce la vacuna son algo de dolor de cabeza, dolor en el sitio de la inyección y cansancio… cuando me vacuné no se conocía ni lo de las miocarditis….Todo un engaño.
– ¿Con qué te vacunan? ¿Cómo te vacunan?
– Supuestamente me vacunan con PFIZER, digo supuestamente porque lo que a mi se me inyectó no puede ser llamado vacuna. Una vacuna esta hecha para protegerte, lo que a mi se me inoculó iba a matar. La primera dosis en junio, la segunda en Julio. La 1º no me hizo nada, pero la 2º desde la administración me empecé a notar muy cansado y ya en menos de 48 horas tuve que ir a urgencias. El día de esta última vacunación, me senté como todo el mundo, pero la jefa del área de vacunación de la consejería de sanidad de Ceuta, salió de una habitación a buscarme, me hizo levantarme, salirme de la fila donde me había sentado (como el resto) y me hizo sentarme en una silla de plástico en una fila distinta a la que yo me había sentado. En ese momento me dijo «tu ahí no, tu aquí» y me obligo a cambiarme de sitio sin mediar palabra. En ese momento iba a preguntar que porqué??? que más daba si todas las vacunas son iguales??? porqué solo me tengo que cambiar yo de sitio de decenas de personas que hay ahí?? pero me dio vergüenza y me callé.
– ¿Cómo empiezan tus dolencias?
– El mismo día de la inoculación y el siguiente muy débil, muy cansado y extenuado. Me vacuné el día 13 y el 15 amanecí en mi cama mientras dormía con una increíble presión torácica, parecía que algo me aplastaba el corazón y los pulmones, pensé que iba a morirme en ese momento, apenas podía respirar y ese día empezaron mis problemas hasta la actualidad. Taquicardias al mínimo esfuerzo, mareos, dolores abrumadores por todo el cuerpo pero sobre todo en el corazón, temblores incontrolables tipo Parkinson por todo el cuerpo, convulsiones sobre todo por las noches, ataxia, descoordinación total de mi cuerpo, contracciones musculares en todas las zonas de mi cuerpo, ardores por todo mi cuerpo, problemas para hablar… luego comencé a tener una parálisis que se me fue extendiendo del brazo donde me vacunaron al resto del cuerpo, comencé a tener problemas para caminar, para usar los dedos, para tragar, etc… alucinaciones, alteraciones vasculares con rotura de capilares, espasmos, vómitos diarios, exceso de sed, sabor metálico en la boca, parálisis del sistema digestivo, diarrea crónica, disfunción cognitiva, niebla mental, tinnitus crónico, fatiga crónica… y un sinfín de problemas más hasta la actualidad.
Aunque tras un año, mi mayor problema es el corazón, llevo un año yendo a los mejores cardiólogos y médicos y nadie logra dar con qué está dañándome el corazón, actualmente con fibrosis cardiaca y estoy valorando si someterme o no a una biopsia cardíaca para intentar destapar que ocurre… nadie se ha atrevido porque tiene riesgos, pero dada mi situación y la vida que estoy llevando, creo que lo haré, con tal de demostrar de una vez que ocurre en mi corazón.
–¿Cómo es tu calvario?
– Mi calvario es un crimen. No puedo trabajar, no puedo hacer esfuerzos, no puedo pasear a mis perros ni hacer NADA que no implique dolor. Todo movimiento que hago me implica dolor de corazón, me duele hasta en reposo, cada vez que late es un sinvivir y estoy con un tratamiento psiquiátrico por lo que estoy pasando y por lo que he pasado. Me han ninguneado en la sanidad pública, me han dejado de lado, me tratan como a un paría, no quieren saber nada y no se involucran en ayudarme. Me han dado la discapacidad pero me deniegan la incapacidad permanente y ahora en unos días presento el contencioso contra la seguridad social. Por otro lado, también he reclamado al ministerio de sanidad y a la AEMPS y por otro, también tengo que denunciar a mi hospital por negligencia. Llevo 2 ingresos hospitalarios pero en el público ninguno (según ellos todo era psicosomático) y luego en la sanidad privada conseguí demostrar una disautonomía, una miopatía, alteraciones electroencefalográficas, una miocarditis y otros… Tengo que luchar contra todo.
Ayuda ninguna y encima cuando te ves tan enfermo que a veces ponerte de pie te implica dolor que parece que estás sufriendo un infarto, se hace difícil luchar contra todo esto. No te ayudan ni apoyan ni ayudan desde ninguna institución, están deseando que desaparezcas, aparte de que evidentemente te censuran e impiden decir que lo que te ha pasado es por la vacuna. Hay mucho miedo de que se corra la voz de gente como nosotros. Aparte de todo lo anterior, necesitas tener un buen fondo económico de miles de euros para poder hacer lo que yo: decenas de pruebas y analíticas carísimas, seguros médicos, asistencias médicas privadas, un abogado que por cada papel que te mueve te cobra… y sin poder trabajar evidentemente y si lo haces lo harás en muy malas condiciones y con riesgo a que te ocurra algo.
.- ¿Por qué dices que sois un error los adversos?
-Somos un error porque básicamente el sistema no ha sido preparado para alguien como nosotros, no se ha tenido en cuenta ni la consideración ni la posibilidad de que haya personas que puedan sobrevivir a esas agujas con un veneno tan potente. Casi todos reunimos características parecidas: Hacíamos dieta, cuidábamos nuestros cuerpos, éramos deportistas, nos encontrábamos fuertes y en un espectacular estado de salud. Esto me pilla unos años atrás que no me cuidaba tanto y fumaba y posiblemente no hubiera durado ni una semana. Lo que hemos sentido y vivido se queda para nosotros, es imposible describir con palabras lo fuerte que era ese veneno. El sistema no está preparado para atender a un enfermo de las vacunas, los medios, los políticos, las empresas, nadie esta preparado para eso. Es un problema que existamos, que se corra la voz y se sepa. Yo he tenido médicos que han sentido auténtico pavor de atenderme dada mi casuística y se lo he notado del primer momento. La situación es forzada, no es natural. El sistema estaba hecho para que las vacunas fueran «un éxito» a nivel mundial, podían y debían haber muertes si, pero MUERTES no discapacitados ni gente con secuelas graves. Los fallecidos no pueden hablar, no pueden quejarse, no pueden patalear como hago yo ni contar y decir que sintieron en sus últimos minutos… Por eso somos un error. O te sentaba bien o te morías rápida e inexplicablemente sin opción a nada, pero que nuestros cuerpos hayan reaccionado de esta forma no estaba previsto. Es un plan excelente, un plan maquiavélico y muy estudiado, pero todo tiene puntos débiles y nosotros somos uno de ellos.
– ¿Qué responsabilidad tienen los políticos, los médicos, las enfermeras, los medios de comunicación…?
– TODA LA RESPONSABILIDAD ES DE ELLOS. Los políticos saben que existimos pero hacen como que no, los medios de comunicación se alejan de nosotros y no se les ocurriría sacar algo en un medio de comunicación masivo y conocido, están todos comprados y subvencionados. Las redes están preparadas para eliminarnos y censurarnos aunque sea legal todo lo que decimos. Los médicos y enfermeros que diariamente nos ven y nos conocen guardan silencio por miedo a la represalia, a perder sus empleos (porque los pierden) a ser expedientados o perseguidos por medios, directivos, políticos o puede que incluso asesinos. Todos son responsables de alguna u otra manera de lo que está ocurriendo. Dicen que vivimos en un estado de bienestar, moderno y de derecho pero es mentira. Eso solo existe cuando ellos quieren, aquí se están vulnerando derechos básicos y fundamentales y se están cometiendo grandes crímenes, solo que esta todo tan estudiado, tan preparado, tan maquinado… que ni la gente relaciona el aumento de muertes, ni la relación causal de las vacunas ni nada. Yo sé que a mi no me vacunaron y que me pusieron alguna otra cosa, de momento tengo certificado y declarado que todos mis males vienen de la vacuna pero ahora me falta demostrar «que eso no era vacuna».